La UE comprende a los ‘indignados’ y admite la «legitimidad» del movimiento

La UE insistió ayer en defender la austeridad como única vía hacia el crecimiento y la creación de empleo, pero por primera vez reconoció la «legitimidad» del movimiento de los indignados y propuso medidas concretas contra la irresponsabilidad del sector financiero.

Tras la cumbre social celebrada ayer en Bruselas, los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea (CE), Herman Van Rompuy y José Manuel Durao Barroso, se hicieron eco de algunas de las reivindicaciones del movimiento de los indignados, y en concreto, de las críticas al papel desempeñado en la crisis por algunas entidades financieras.

Van Rompuy y Barroso al ser preguntados sobre las manifestaciones de «indignados» que tuvieron lugar el pasado sábado en todo el mundo, afirmaron que comprendían sus reivindicaciones y las veían legítimas. «La preocupación de estos jóvenes sobre el crecimiento y el empleo es legítima, pero nuestra responsabilidad es pasar por este período impopular para preservar un futuro mejor», señaló Van Rompuy.

Otros puntos. Unos doscientos ‘indignados’ continuaban ayer acampados en la City de Londres, por tercer día consecutivo, como parte de las protestas globales iniciadas el sábado en rechazo a los excesos del sistema financiero. Junto a pancartas con mensajes opuestos a la «codicia corporativa», contrarios a los bancos y «a favor de la democracia», los activistas se instalaron en pleno centro financiero de la capital británica, frente a la catedral de San Pablo.

Otro punto más de vista es el del primer ministro ruso, Vladímir Putin, que señaló ayer que las protestas que se están produciendo estos días en las calles de muchas ciudades de Occidente, son una respuesta a la desatención de los problemas sociales por parte de la clase política. Desatender la política social, según Putin, «puede llevar a esta situación» que se observa actualmente.