El Gobierno sirio ofrece la amnistía a los rebeldes que no tengan delitos de sangre
Las autoridades dan un plazo de una semana a los insurgentes para entregarse.
Miles de manifestantes muestran su apoyo al presidente Bashar al-Assad.
El Gobierno sirio ofreció ayer a los opositores al régimen que se hayan levantado en armas pero no tengan delitos de sangre una amnistía inmediata si se entregan en las comisarías del país, con motivo de la festividad religiosa de Aid Al Adha.
En un comunicado difundido por la agencia oficial Sana, el Ministerio sirio del Interior instó a «los ciudadanos implicados en el transporte, la venta, la distribución o la financiación de la compra de armas, y que no hayan cometido delitos de asesinato, que se entreguen en las comisarías más cercanas».
Las autoridades dieron un plazo de una semana, desde hoy, hasta el próximo 12 de noviembre, para cumplir con esta demanda. Aquellos que se entreguen en este período y devuelvan también sus armas «serán puestos en libertad pronto, y esto será considerado una amnistía general para ellos».
Según el comunicado, este proceso se debe a que el Estado quiere «dar una oportunidad a aquellos que hayan sido engañados» y pretende además restablecer la seguridad pública ante la llegada de la Fiesta del Sacrificio Aid al Adha, una de las más importantes del calendario musulmán, que comienza mañana. El ministro sirio del Interior, Mohamed al Chear, compareció ante las cámaras de la televisión pública siria para leer este mismo comunicado.
La oferta del Gobierno sirio llega en un día en el que se ha registrado hasta el momento la muerte de al menos 15 personas en diferentes provincias del país, que son escenario, como cada viernes, de protestas que piden la caída del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.
Según precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, seis civiles perdieron la vida en la ciudad de Homs, todas ellas en los barrios de Bab Amro y de Al Gauta, por los bombardeos desde tanques y los disparos de las fuerzas de seguridad. Asimismo, 4 personas murieron tiroteadas en la localidad de Kanaker, en la provincia de Rif Damasco, y otras dos, una de ellas un militar supuestamente desertor, en la provincia de Deraa, en el sur del país, cuando cruzaban la frontera con Jordania.