Ortega arrasa en Nicaragua entre sospechas de fraude
Rosario Murillo, primera dama, jefa de campaña, esposa y portavoz del presidente Daniel Ortega, anunció el triunfo del «orteguismo» en Nicaragua en las elecciones generales del domingo. Con menos del 7% de las meses escrutadas, cantaba la «victoria del cristianismo, del socialismo y la solidaridad», repitiendo el lema de la campaña. No habló de la violencia en algunas zonas, ni de las quejas de fraude. Mucho menos de los rumores sobre el pacto político entre su marido y sus rivales, los consuegros Fabio Gadea y Arnoldo Alemán, para dividir a la oposición y asegurar la reelección para un tercer mandato.
Ayer, ya con el 38,8 % de los sufragios, el Consejo Supremo Electoral (CSE) confirmaba que el líder del gubernamental Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ganaba por un contundente 63,95% frente a su principal competidor, Gadea, del Partido Liberal Independiente (PLI), con 29,09%. El expresidente Alemán apenas llegaba al 6,27%. Las autoridades minimizaron los hechos de violencia entre simpatizantes del mandatario y la oposición. Desde Washington, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, dio ayer el visto bueno a la consulta.