El Gobierno de Egipto presenta su dimisión en medio de los disturbios

La Junta Militar egipcia se encuentra cada vez más sola ante el acoso de los miles de manifestantes de la plaza Tahrir, después de que el Gobierno en pleno anunciase ayer que presentaba su dimisión a la cúpula castrense.

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, al cierre de esta edición, no había aceptado la renuncia de su Ejecutivo, pero pidió a los ministros que continúen en sus puestos, cuando solo falta una semana para la celebración de las elecciones legislativas, las primeras después de la caída de Hosni Mubarak.

Las autoridades insistieron en que los comicios se celebrarán cuando estaban previstos, según dijo el viceprimer ministro del país, Ali al Selmy. «El Gobierno asume su responsabilidad política, expresa su lamento por estos sucesos dolorosos y, partiendo de este sentimiento, presentó ayer su dimisión y lo puso a disposición del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas», señaló el comunicado gubernamental.

Los militares no hicieron alusión a si aceptan esta renuncia o no, y se limitaron a llamar a un «diálogo urgente» a todas las fuerzas políticas. Pero la violencia ya se había instalado en el centro de El Cairo, donde proseguían ayer los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden que han dejado más de veinte muertos en los últimos tres días.

Al menos 14 personas murieron ayer en los enfrentamientos en la plaza Tahrir de El Cairo y sus alrededores, informó el portavoz del Ministerio de Sanidad egipcio, Mohamed al Sharbini. En los alrededores de la plaza Tahrir, miles de manifestantes respondieron ayer con piedras a los gases lacrimógenos, balines y pelotas de goma que disparaban los agentes de seguridad.

Cargos clave en Túnez. Por otra parte, la principal alianza tunecina, encabezada por el grupo islámico conservador Al Nahda, anunció ayer que alcanzó un acuerdo sobre los nombres de las personas que ocuparán la presidencia del país, la del Ejecutivo y la de la Asamblea Nacional Constituyente.