MEMORIA HISTÓRICA
2.000 Checos se acogen a la ley que premia a los que combatieron el comunismo
Cerca de dos mil ciudadanos de la República Checa se han acogido ya a la Ley de la Tercera Resistencia, con la que el país centroeuropeo quiere premiar a quienes combatieron activamente al régimen comunista checoslovaco. "A 16 de diciembre el Ministerio de Defensa tiene registradas 1.844 solicitudes y no es fácil calcular cuántas habrá, pero se estima que llegarán a 5.000", informó hoy a Efe Jana Zechmeisterová, portavoz de ese ministerio.
En el caso de que no se detecten irregularidades -como colaboración con la policía política comunista (Stb) o pertenencia al Partido Comunista (KSCM)-, percibirán cada uno 4.000 euros, y en el caso de que el solicitante sea el cónyuge viudo, 2.000 euros. La ley 262/2011 entró en vigor el 17 de noviembre, coincidiendo con el vigésimo segundo aniversario de la Revolución de Terciopelo.
La mayor parte de las solicitudes corresponde a condenados por traición a la patria, tras unirse a grupos de resistencia, en la década de los años 50 del siglo XX, y a sus familiares directos. "Hasta qué punto esta actividad fue falsa o inventada por los servicios de seguridad, y por tanto no hubo resistencia real, está por ver en el proceso administrativo", afirmó la portavoz.
También se han acogido a esta ley numerosos disidentes al comunismo, aunque la portavoz no precisó, por impedimentos legales, de qué personas concretas se trata, y si entre ellas se encuentra el expresidente Vaclav Havel. De momento, no se ha rechazado ninguna solicitud, y la primera lista definitiva con los beneficiarios será publicada en enero del 2012.
Esta nueva ley tiene un carácter distinto a las aprobadas en los primeros años de la transición democrática, y cuyo fin fue indemnizar y rehabilitar a los perseguidos por el régimen. "Recibí la indemnización en 1991 y nos rehabilitaron", declaró a Efe el español Felipe Serrano, que participó en actividades de difusión de literatura contestataria en 1969.
Serrano, que estuvo en prisión preventiva durante 10 meses, fue víctima del primer proceso político de envergadura tras la ocupación de Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia en agosto de 1968.