Siria pone trabas a la misión árabe y continúa la represión
El número de observadores en el país ascenderá a 200 efectivos.
El régimen de Damasco perpetró ayer un nuevo derramamiento de sangre y, según los opositores sirios, trató de ocultar la realidad a la misión de observadores árabes, que será reforzada con más efectivos a finales de esta semana.
La cifra de víctimas mortales asciende en esta jornada a una veintena, entre ellas tres soldados desertores, dos mujeres y un menor, que se suman a los más de 5.000 fallecidos durante los diez meses de revuelta contra el presidente sirio, Bachar al Asad. Los opositores Comités de Coordinación Local (CCL) informaron de que la mayoría de los muertos se registraron en el bastión opositor de Homs, en el centro del país. En esta ciudad, objeto de una gran represión desde hace meses, las autoridades entregaron a los vecinos ocho cadáveres con signos de torturas, seis de ellos pertenecientes a miembros de una misma familia.
También en Homs, en el barrio de Al Jalidiya, donde se encontraba un grupo de observadores, las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra una manifestación, aunque no está claro si el equipo de expertos árabes presenció el ataque.
En cuanto a esta misión de la Liga Árabe, los grupos opositores denunciaron nuevas trabas impuestas por el régimen a los observadores, cuyo primer informe presentado el domingo constata que persiste la violencia en el país y que el ejército sirio mantiene su despliegue en los centros urbanos.
Los CCL indicaron que en Damasco las fuerzas de seguridad guiaron a los observadores al barrio de Al Asad, donde la mayoría de los habitantes son oficiales, y organizaron una manifestación a favor del régimen del presidente sirio en Barzeh. En la misma línea, en la localidad de Quriyah, en la provincia oriental de Deir el Zur, el ejército escondió sus tanques y demás vehículos en los garajes del Ayuntamiento antes de la llegada de la delegación árabe.
El grupo de contacto para Siria de la Liga Árabe, encabezado por Catar, decidió el domingo dar más tiempo a la misión para que complete su trabajo e incrementar el número de efectivos y la ayuda a la delegación. El presidente de la Sala de Operaciones de los observadores, establecida en El Cairo, Adnan al Jodeir, explicó ayer que a finales de esta semana el número de observadores desplegados en Siria ascenderá a 200.
Desde el inicio de la misión de la Liga Árabe, el pasado 22 de diciembre, el incremento de observadores ha sido gradual y en la actualidad está compuesta por 165 expertos. Este progresivo aumento del número de efectivos ha permitido a la delegación, según Al Jodeir, visitar más zonas como Alepo (la segunda ciudad de Siria), Dir Zur (este) y Qameshli (noreste).