Llamamiento para que la gente salga a la calle
Al menos 217 muertos en una protesta de los opositores en Siria
Seguidores del presidente sirio, Bachar al Asad, se concentran en la plaza Sabe Bahrat de Damasco.
Al menos 217 personas han muerto en la ciudad siria de Homs como consecuencia de tiros de mortero lanzados por las fuerzas del régimen. El Observatorio sirio de derechos humanos (OSDH) también denunció varios centenares de heridos. Las imágenes de las cadenas de información árabes Al-arabiya y Al-jazeera mostraban decenas de cuerpo sin vida al suelo. 'Es una verdadera masacre', declaró a la agencia France Presse, el director de OSDH, Rami Abderramán, que pidió la 'intervención inmediata' de la Liga Árabe para poner fin al régimen de Bachar Al-Assad. LA OSDH realizó un llamamiento esta madrugada para que la población saliese a la calle a protestar por la matanza ocurrida en Homs.
Otros focos de protestas Al menos 28 personas, entre ellas tres niños y tres soldados desertores, murieron también antes la represión de las fuerzas del régimen en otras protestas durante la jornada. Nueve de las víctimas fallecieron en la localidad de Daria, situada en Rif Damasco, escenario en los últimos días de enfrentamientos violentos entre soldados desertores y las fuerzas leales al régimen. Fuentes consultadas por France Presse explicaron que tres soldados insurgentes murieron en enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales en esa localidad, donde además murieron seis civiles.
Además, la fuente añadió que siete de los muertos perecieron en la provincia de Idleb, cinco en Alepo y tres en Hama, donde desertó un grupo de agentes de las fuerzas de seguridad en la localidad de Al Zafaraniya. El grupo opositor agregó que el resto de los fallecidos se registraron en las provincias de Homs, Deraa y Rif Damasco. Actuación internacional Esta semana, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió de nuevo al Consejo de Seguridad del organismo que actúe pronto y envíe un mensaje 'coherente y unitario' sobre la situación en Siria, para evitar que el baño de sangre continúe en el país árabe.
Esta previsto que los ministros de Exteriores árabes celebren una reunión decisiva a finales de la semana que viene para estudiar el futuro de los observadores árabes en Siria después de suspender su misión el pasado viernes. Más de 5.000 personas han muerto en Siria desde el comienzo de la revuelta, según las últimas cifras de la ONU, aunque los opositores indican que las víctimas mortales superan las 7.000.