Grecia pone a sus policías en alquiler para reducir el déficit

Grecia ha encontrado una curiosa forma de reducir el déficit, al menos en cuanto sus gastos de Orden Público. A partir de ahora sus policías están de alquiler.

La iniciativa se deriva de una legislación ratificada en febrero por el parlamento sin mayores noticias. Sin embargo, este fin de semana, el diario Proto Thema publicó un reportaje en el que afirmaba que, los policías podrán ser alquilados al precio de 30 euros la hora por cada agente y 10 euros extra la hora por el coche patrulla. Para otros servicios de más caché se requerirá, obviamente, más dinero: las lanchas patrulleras costarán 200 euros por hora y los helicópteros, 1.500 euros por hora.

El Ministerio de Protección Ciudadana (que es el actual nombre light del viejo Ministerio de Orden Público) se vio obligado a confirmar la noticia y publicó un comunicado en el que explicaba bajo qué condiciones se podrá hacer uso de los servicios de estos policías. Se tratará sólo de “casos específicos requeridos por terceras partes y que no afecten a las capacidades” de las fuerzas de seguridad.

El Ministerio cita como ejemplos en los que se podrán contratar los servicios de la Policía el escoltar el traslado de explosivos (sic) u otro tipo de material peligroso, objetos privados de gran valor, obras de arte y dinero en efectivo. También darán “servicios educativos y de instrucción” a individuos y podrán facilitar “recursos y equipos” a producciones cinematográficas y de televisión.

“Durante años, el Estado griego ha ofrecido estos servicios de forma gratuita gracias a la experiencia de las autoridades policiales. Con este marco institucional, aquellos que soliciten estos servicios tendrán que pagar por el uso de los recursos de la Policía Griega”, explica el comunicado ministerial, que además añade que “servicios similares se ofrecen en varios estados miembro de la UE (Unión Europea) en los mismos términos y condiciones”.

En los últimos años, y a pesar de que en el presupuesto de 2012 se incrementó en un buen pellizco la partida destinada al ministerio, la Policía ha tenido que hacer frente a numerosas manifestaciones, en las que ha utilizado con profusión los gases lacrimógenos (en Grecia no se utilizan pelotas de goma ni chorros de agua a presión) hasta el punto de haber agotado varias veces sus existencias en los depósitos. Así es que, con la nueva iniciativa, se pretende equilibrar el presupuesto dado que se han contratado a nuevos efectivos en previsión de que la situación social empeore: “El precio a pagar revertirá en el presupuesto estatal como un beneficio público, que permitirá recuperar el coste del gasto del equipamiento usado y también modernizar la Policía para que (el uso privado de ella) no afecte a sus tareas primarias y a la protección del ciudadano”.