América Latina toma distancia de EEUU y Canadá

"Primera jornada de Cumbre concluye en el limbo, sin acuerdos y bajo secreto", dijo el diario bogotano El Espectador. La VI Cumbre de las Américas finaliza hoy en Cartagena, Colombia, con una clara línea divisoria que separa a los países latinoamericanos de Estados Unidos y Canadá. El eje de la controversia es la cuestión cubana, aunque otros asuntos como las islas Malvinas, objeto de una histórica disputa entre Argentina y Gran Bretaña, y la lucha contra el narcotráfico permitieron exhibir las desavenencias.

El presidente Juan Manuel Santos desplegaba en la noche del sábado sus esfuerzos para evitar que la reunión concluya sin un acuerdo mínimo. El temor al fracaso se apoderó de los anfitriones. Washington se negaba a aceptar la presencia de La Habana en la próxima cita, por cuestiones ideológicas y pragmáticas: no se atrevería a desairar al exilio anticastrista en un año electoral. Pero, como nunca antes en la historia, varios países, inclusive aliados estratégicos de EEUU, alzaron su voz a favor de integrar a la isla a estos encuentros continentales.

"Son temas que la reunión de cancilleres no pudo resolver y han pasado a los jefes de Estado. El presidente de Colombia está haciendo gestiones para ver si nos puede hacer una propuesta en torno a estos temas", dijo el canciller peruano, Rafael Roncagliolo. El ministro reconoció que en la primera sesión de la VI Cumbre, realizada a puertas cerradas, "ha habido discrepancias, una discusión franca y ahora se está a la búsqueda de una posición final. Son temas polémicos".

El presidente Barcak Obama se encontró con una situación impensable años atrás. El tono de los debates alcanzó tal aspereza que la transmisión de la sesión fue interrumpida.

El canciller argentino, Héctor Timerman, confirmó que el veto de Estados Unidos a los artículos que buscan incluir a Cuba en la Cumbre hicieron fracasar la elaboración del documento conjunto. "Al vetar Estados Unidos el artículo sobre Cuba se cayó toda la declaración".

Críticas a Cuba

Al abrir la sesión plenaria, Santos, le presidente más “pro norteamericano” de América del Sur, dijo que sería “inaceptable” que Cuba no participe de la VII Cumbre. Santos también criticó el embargo comercial que EEUU mantiene desde 1962. “En el mundo de hoy no se justifica ese camino, es un anacronismo que nos mantiene anclados a una era de guerra fría superada hace ya varias décadas", dijo, sin nombrar a Washington. Además, reconoció que “no podemos ser indiferentes a un proceso de cambio interno en Cuba” y llamó a “tender puentes” para “el bien del pueblo cubano”.

La VI Cumbre tenía por objeto avanzar en la discusión de los mecanismos de integración, especialmente en cuestiones referida a la tecnología, la infraestructura y la cooperación frente a los desastres naturales. Pero, antes que se iniciara la reunión, el tema cubano copó la agenda. Los presidentes de Ecuador y Nicaragua, Rafael Correa y Daniel Ortega, aliados incondicionales del castrismo, se negaron a viajar a Cartagena por la ausencia de la isla.

Hace tres años, en Trinidad y Tobago, donde Obama se presentó por primera vez frente a sus colegas latinoamericanos, el venezolano Hugo Chávez fue el protagonista de picantes intervenciones en las que recordó la vieja “política del garrote” de la Casa Blanca. Obama prometió una nueva era en las relaciones pero se avanzó muy poco. Chávez no acudió a Cartagena por problemas de salud. Su canciller, Nicolás Maduro, habló en su nombre y acusó al presidente de EEUU de ignorante y haber heredado “el cinismo y la perversión de sus predecesores".

El boliviano Evo Morales no se quedó atrás en su expresiones: "Parece ser tal la imposición de algunos gobiernos y presidentes que estamos ante el riesgo de desintegrarnos y por eso coincido con la propuesta de la presidenta de Brasil (Dilma Rouseff) que (exhortó a sus colegas reunidos en Cartagena que) sea la última la última cumbre sin Cuba, sin exclusión ni marginación".

Horas antes de que comience la sesión plenaria, y en el marco de un foro empresarial, Obama volvió a marcar sus diferencias con la isla. “No hay economía exitosa sin democracia o sin seguridad", dijo y volvió a abogar por "promover la democracia en Cuba". “Las alianzas deben ser entre iguales”, le había dicho antes la brasileña Dilma Rousseff.

Escándalo en la seguridad de Obama

En tanto, once integrantes de policía de elite que protege al Obama fueron suspendidos luego de que cayera sobre ellos la acusación de "mala conducta", una forma elegante de referirse a un escándalo sexual en Cartagena.

"Los miembros del personal implicados fueron trasladados a la sede del Servicio Secreto en Washington para ser interrogados", dijo el director adjunto de esta fuerza, Paul Morrissey, en un comunicado. Los agentes llevaron prostitutas a un hotel cercano al que aloja al presidente de EEUU. Uno de ellos tuvo supuestamente una discusión con una de las acompañantes, que llamó a la Policía colombiana para denunciar que no querían pagarle. Según le comentó un trabajador del hotel Caribe a un periodista local, los agentes salían a comprar cervezas americanas y se tiraban a la piscina, al parecer en estado de embriaguez. El escándalo fue revelado por el diario The Washington Post.