Denuncian más de 400 muertes en Siria tras la llegada de la ONU
Al paso de los observadores le siguen nuevos actos de represión.
Un total de 462 personas, entre ellas 34 menores, han muerto por la represión del régimen sirio desde la llegada de los observadores de la ONU a Siria, el pasado día 16, informó ayer el grupo opositor Comités de Coordinación Local (CCL). La red de activistas denunció en un comunicado que las víctimas mortales se deben a que «los intensos bombardeos, las campañas militares y los disparos indiscriminados de francotiradores no han cesado por parte de las fuerzas del Gobierno».
El pasado 24 de abril, el portavoz del mediador internacional Kofi Annan, Ahmed Fawzi, aseguró que la violencia y la represión, incluidos los asesinatos, se reanudan en las localidades sirias que visitan los observadores de Naciones Unidas una vez que abandonan el lugar. «Tenemos informaciones creíbles de que cuando se marchan, los enfrentamientos armados comienzan otra vez y de que la gente que se acerca a los observadores puede ser interceptada por las fuerzas de seguridad sirias o por el ejército», agregó.
En la cifra facilitada por los CCL se incluyen los 70 fallecidos el miércoles en el bombardeo contra un barrio de Hama. Después de esta masacre y pese a la presencia de los observadores internacionales, la violencia continuó ayer y varias redes de activistas documentaron la muerte de una veintena de personas. Según los CCL, al menos 20 personas perecieron ayer debido a la represión del régimen, diez de ellos en Deir el Zur (este). Éstos sucumbieron por los bombardeos y disparos de los cuerpos de seguridad.