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Hollande confía en la victoria ante un criticado Sarkozy

El conservador denuncia que se esté haciendo contra él un «juicio estalinista».

François Hollande, saluda a simpatizantes en un acto electoral.

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efe | parís

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La campaña para la segunda ronda de las presidenciales francesas, que se disputará el 6 de mayo, comenzó ayer con el socialista François Hollande, favorito en los sondeos, cada vez más confiado en su victoria, frente a un Nicolas Sarkozy que sigue endureciendo su discurso en busca de votos de ultraderecha.

El ex primer ministro conservador Dominique de Villepin, con quien compartió gobierno, dijo ayer en una columna en la edición digital del periódico Le Monde que está «asustado» del viraje dado por el aspirante a la reelección. «Es mi deber de responsabilidad política asumir la exigencia de mi herencia gaullista, señalando el veneno mortal que amenaza a la derecha: el de la negación de sus valores, el sacrificio que nos da nuestra identidad», señaló en el artículo, en el que asegura que la derecha le «asusta» y la izquierda le «inquieta».

Las críticas a Sarkozy le llegaron también por parte del líder del Frente de Izquierda (FG), Jean-Luc Mélenchon, quien le acusó de recurrir a expresiones «directamente sacadas de la colaboración» con la Alemania nazi, como sus referencias al «verdadero trabajo», expresión utilizada por el mariscal Philippe Pétain, jefe del gobierno colaboracionista.

El líder conservador se vio obligado a salir en su propia defensa y en un mitin en Dijon, en el este del país, denunció que se esté realizando contra él un «juicio estalinista» acusándole de extremismo y de acercarse a las posturas del Frente Nacional para captar a su electorado. «No acepto que pueda ser acusado de racismo por pronunciar la palabra inmigración», alegó el actual jefe del Estado, quien según los últimos sondeos, en la segunda ronda se sitúa ocho puntos por detrás de Hollande, con un 46% de los votos.

Como el deporte

Ante la dificultad de repetir mandato un nuevo quinquenio, los medios interpretaron una analogía entre la vida política y la deportiva realizada ayer por él como una alusión directa a una hipotética salida del Elíseo. «Creo que los récords están hechos para ser batidos. Así que, por consiguiente, no puedes estar triste de que otro tome tu lugar, porque de todas maneras, es la regla, tanto para el deporte, como para la política y la vida», indicó durante una visita a la redacción del periódico deportivo L’Equipe .

Más confiado, el candidato socialista mantuvo ayer su llamada a la movilización ciudadana: en un mitin en Limoges, en el sur de Francia, pidió a sus votantes «confianza en una victoria que se acerca, está ahí, llega, se anuncia y se prepara». «La derecha fue sancionada el pasado domingo», y el presidente saliente «actúa como si no hubiera pasado nada», subrayó Hollande, que dijo «temer» que ya sea demasiado tarde para decirle a Sarkozy qué hacer o decir, y previó tener que enviarle «a hacer un cursillo de recuperación muy rápido».

En tanto, la líder del ultraderechista FN, Marine Le Pen, criticó ayer que ambos candidatos quieran según ella quedarse con los votos de sus electores sin aproximarse a ellos.