El conflicto diplomático entre EEUU y China por el disidente ciego se embrolla

Lejos de haber quedado resuelto, el conflicto diplomático entre EEUU y China que tiene como protagonista al disidente ciego chino Chen Guangcheng parece complicarse. Chen, que ayer afírmó que le habían amenazado con golpear a su mujer hasta la muerte si no abandonaba la Embajada de EEUU en Pekín, desmintió así las versiones china y estadounidense que señalaban que el disidente se había marchado por propia voluntad de la legación.

Chen ha afirmado hoy que quiere marcharse de China y ha hecho un llamamiento público a EEUU para que le conceda asilo político, dejando claramente en cuestión el supuesto pacto entre Washington y Pekín para resolver el incidente. "No me siento seguro; quiero marcharme de China", ha afirmado el disidente pidiendo de nuevo ayuda a EEUU, un día después de haber obtenido supuestas "garantías" de las autoridades chinas sobre su seguridad si permanecía en el país.

"Quiero irme al extranjero. Quiero que EEUU nos ayude, a mí y a mi familia. Antes me habían ayudado", ha afirmado Chen en una entrevista teléfonica desde el hospital de Pekín donde está siendo tratado de una herida en el pie.

El embajador de EEUU en Pekín, Gary Locke, ha asegurado que Chen no fue en ningún momento "forzado" a abandonar la legación diplomática. Otro responsable estadounidense, que pidió el anonimato, ha afirmado que EEUU está dispuesto a ayudar al disidente si ha cambiado de opinión y desea marcharse de China. Este responsable, sin embargo, no ha querido precisar si EEUU estaría dispuesto a concederle asilo político y ha subrayado que la posición de Chen "no es clara".

Chen abandonó la embajada de EEUU ayer miércoles, donde pasó seis días refugiado, tras un acuerdo negociado entre Washington y Pekín alcanzado, de forma muy oportuna, la víspera del inicio del "diálogo estratégico y económico" sino estadounidense y con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, llegada a Pekín para participar en estos encuentros de alto nivel.