Al Asad promete mano dura para acabar con el «terrorismo» en Siria
El presidente sirio, Bachar al Asad, arremetió ayer con dureza contra los supuestos enemigos internos y externos que a su juicio quieren destruir Siria mediante el terrorismo y prometió mano dura para acabar con esta situación.
En un tono beligerante, Al Asad compareció por sorpresa ante el Parlamento para subrayar que Siria se enfrenta a una «guerra verdadera» que no tiene relación con el proceso político actualmente en marcha en el país. «Siria no afronta un problema político sino un proyecto para la destrucción de la nación cuyo instrumento es el terrorismo», enfatizó el mandatario, que volvió a criticar la supuesta conspiración de fuerzas extranjeras.
También se mostró igualmente duro con los ciudadanos sirios involucrados en los actos violentos y prometió perdonar a quienes se entreguen a las autoridades sin haber cometido delitos de sangre.
Al Asad, que puso la seguridad nacional como una línea roja, destacó la necesidad de distinguir entre el combate a los grupos armados, a los que culpa de la violencia en el país, y el diálogo político con los opositores. «Separar entre el terrorismo y la política es un asunto importante para llegar a una solución de la crisis», explicó.
Respecto a la masacre de un centenar de personas el pasado 25 de mayo en la zona central de Hula, que motivó la retirada de los embajadores sirios de los principales países occidentales, Al Asad condenó este suceso, «que ni siquiera los monstruos podrían haber cometido», y liberó de toda responsabilidad a las fuerzas del orden.