VIOLENCIA EN EL PAÍS ÁRABE
Damasco niega toda implicación en la masacre de Hama y culpa a "terroristas armados"
Residentes en la capital hablan de violentos combates entre rebeldes y lealistas en la periferia. Rusia y China reiteran su oposición a una intervención militar contra Asad.
El régimen del presidente de Siria, Bashar al Asad, ha negado cualquier implicación en la masacre del miércoles en la aldea de Al Qubeir, en la provincia central de Hama, donde decenas de personas murieron, según la oposición, y ha culpado a "un grupo terrorista armado", según ha informado este jueves la agencia de noticias siria Sana. De acuerdo con la agencia, una fuente oficial en esa provincia afirmó anoche que las informaciones aparecidas en los medios de comunicación sobre lo ocurrido en Al Qubeir no son ciertas.
La fuente ha señalado que "un grupo terrorista armado cometió la matanza que causó la muerte de nueve personas, entre ellas mujeres y niños". Tras la masacre, los habitantes de la zona pidieron ayuda de las autoridades, que se dirigieron a Al Qubeir, donde se desataron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y hombres armados, en los que murieron dos supuestos terroristas, ha añadido la fuente, que contradice así la versión dada por la oposición, que acusa al régimen.
En los alrededores de Damasco, la capital, han estallado violentos combates entre militantes opositores y fuerzas lealistas. Según han relatado residentes en el centro de la ciudad, durante la noche se escucharon violentos intercambios de disparos así como explosiones. En algunos barrios incluso se divisaron helicópteros sobrevolando el territorio. Los rebeldes han intentado por diversos medios que los combates se aproximaran a los feudos gubernamentales, principalmente el centro de Damasco y la ciudad norteña de Aleppo, capital económica del país.
Diplomacia estancada
En el plano internacional, la diplomacia continúa atascada. Los líderes de los estados de Asia Central, junto a China y Rusia, éstas dos últimas potencias con derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, se han limitado a pedir una solución dialogada al conflicto sirio y han reiterado su oposición a cualquier intervención militar en el país árabe. "Los estados miembros del Grupo de Shangái se declaran contra la interferencia en los asuntos de esta región (Oriente Próximo y el norte de África) y las sanciones unilaterales", reza el texto del comunicado conjunto.