Al menos dos muertos en las protestas por la detención del clérigo chií Nimr al Nimr

Al menos dos personas han muerto durante las protestas que estallaron por la detención del clérigo Nimr al Nimr, un destacado defensor de los derechos de la minoría chií que fue arrestado este domingo por las fuerzas de seguridad en la localidad de Awamiya (región de Al Qatif, en la provincia Oriental), según ha informado el Ministerio del Interior.

En un comunicado, el portavoz del Ministerio, el general Mansur al Turki, ha indicado que las muertes se produjeron en la propia Awamiya pero ha asegurado que no se han producido enfrentamientos entre manifestantes y policías.

"Tras producirse la detención, un número reducido de personas se concentraron en la localidad de Awamiya", indicó Interior en su comunicado. "Se han oído disparos en varios puntos de la ciudad, pero no ha habido en absoluto enfrentamientos con las fuerzas de seguridad", agregó.

"Las autoridades de seguridad han sido informadas por un centro médico cercano de la llegada de cuatro individuos trasladados por sus familiares", explicó el portavoz. "Dos de ellos estaban muertos y los otros dos presentaban heridas leves", prosiguió. "Las autoridades competentes han abierto una investigación sobre este incidente", añadió.

Activistas y páginas de Internet chiíes han inforamdo también de la muerte de dos hombres durante las protestas. La web 'Rasid' los ha identificado como Akbar al Shajuri y Mohamed al Felfel.

"Sedición"

La noticia de su detención, difundida a través de Internet, ha provocado manifestaciones en Awamiya, donde los chiíes ya se han enfrentado con las fuerzas de seguridad en varias ocasiones desde principios del año pasado, según ha informado el líder de una comunidad chií, Tawfiq al Seif. Según su hermano, Al Nimr ya había sido detenido durante varios días en 2004 y en 2006. Según Interior, Al Nimr está acusado de "sedición".

Al Nimr es una de las voces más críticas con el régimen monárquico saudí, dominado por la rama suní del Islam, especialmente en lo que respecta a la minoría chií que vive en el este del país y que se considera discriminada.

"Las fuerzas de seguridad no tolerarán que los instigadores de la sedición y el desorden, que ofenden a su sociedad y a su patria, se conviertan en herramientas de los enemigos de la patria y la nación", ha advertido el general Al Turki.