Romney da un golpe de efecto en una fase clave para las elecciones
El candidato republicano de EE.UU. presenta a su vicepresidente .
El aspirante republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, dio ayer un golpe de efecto al elegir como su candidato a vicepresidente al congresista Paul Ryan, cerebro en política económica del partido y favorito del Tea Party, en una fase clave de la campaña electoral estadounidense.
En un acto en Norfolk (estado de Virginia), rodeado de banderas y delante de la imponente figura de un buque de guerra, Romney anunció finalmente y tras muchos rumores que su compañero de fórmula será el congresista por Wisconsin Paul Ryan. En un evento efectista y cargado de simbología patriótica, Romney dijo sentirse orgulloso de poder presentar a Ryan como su número dos e incidió en varias ocasiones en que es un hombre «con carácter», «visión» y de «una integridad incuestionable».
Ambos aparecieron ante los centenares de simpatizantes congregados en Norfolk al compás de música propia de una película de acción y descendieron por las escalinatas del acorazado USS Wisconsin, una pieza de museo cuyo nombre curiosamente coincide con el estado del que es originario Ryan.
Con camisa, con corbata, mucho más animado y menos encorsetado que en otras ocasiones, Romney mostró una gran complicidad con Ryan y se permitió reirse de sí mismo después de errar y anunciarlo como «el próximo presidente de los Estados Unidos de América».
«De vez en cuando cometo errores», se justificó Romney. «Pero no me equivoqué con este hombre», Ryan, al que al término de su primer discurso como candidato a vicepresidente le susurró un «perfecto» al oído. Ryan alabó la figura de Romney y habló de lo que mejor conoce, de economía y política presupuestaria. No en vano es presidente del comité encargado de esa tarea en la Cámara de Representantes, donde se ha curtido desde los 28 años. «Estamos en la peor recuperación económica en 70 años, el desempleo ha estado por encima del 8% durante más de tres años y las familias se resienten», dijo Ryan.
Fue un mensaje directamente a la línea de flotación del presidente de EE.UU., el demócrata Barack Obama, para el que la situación económica es su mayor obstáculo en el camino hacia la reelección.
Romney hizo coincidir la puesta de largo de Ryan con el inicio de una gira en autobús por estados indecisos, que no se inclinan aún por ninguno de los partidos, y que serán decisivos el 6 de noviembre: Virginia, Carolina del Norte, Florida y Ohio, todos ellos ganados por Obama en el 2008. A la lista se añadió a última hora Wisconsin, otro estado donde no está nada clara la preferencia electoral. Tras Norfolk, Romney y Ryan se dirigieron a la pequeña localidad de Ashland y a Manassas, para cerrar una visita a un estado, Virginia, fuertemente vinculado a la Defensa y a las Fuerzas Armadas.