Julian Assange insta a Obama a frenar su «caza de brujas» contra WikiLeaks
El australiano agradeció el «apoyo» de Ecuador «por haber luchado por la justicia».
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, instó ayer a EE. UU. a detener la persecución contra esa plataforma en su primera declaración pública desde que se refugió en la delegación ecuatoriana en Londres hace dos meses para evitar su extradición a Suecia.
Ante una abrumadora expectación, el australiano compareció desde el balcón de esa legación en un momento de creciente tensión entre el Reino Unido, que pretende cumplir con su «obligación legal» de entregarlo a la justicia sueca, y Ecuador, que el jueves concedió asilo político al ex hacker, de 41 años.
Frente a una fortísima presencia de agentes policiales, particularmente estrictos con los periodistas que aguardaban a Assange, éste arrancó su discurso agradeciendo el «apoyo» a «ese valiente país latinoamericano» y el «coraje» de su presidente, Rafael Correa, «por haber dado la cara por la justicia».
En un mensaje directo al presidente estadounidense, el australiano instó a Barack Obama a «hacer lo correcto» y poner fin a lo que considera una «caza de brujas» contra WikiLeaks.
«EEUU debe disolver la investigación del FBI. EE. UU. debe jurar que no procesará a nuestros empleados ni a nuestros simpatizantes. EE. UU. debe comprometerse ante el mundo a que no perseguirán a los periodistas por arrojar luz sobre los crímenes secretos de los poderosos», declaró Assange en una intervención plagada de vítores de sus simpatizantes.
El periodista pidió también la «liberación» del soldado estadounidense Bradley Manning, encarcelado «desde hace 815 días sin haber sido sometido a un juicio», recordó, por haber filtrado supuestamente secretos militares, y a quien calificó de «héroe» y de «ejemplo para todos nosotros».
Assange afirmó que el pasado miércoles agentes de Scotland Yard entraron en la embajada ecuatoriana por la entrada de incendios y, según él, tan solo el hecho de que hubiera testigos al lado de la embajada evitó que lo detuvieran, algo que la policía británica negó.
«A la vez que WikiLeaks se encuentra bajo amenaza, también lo está la libertad de expresión y la salud de nuestras sociedades», afirmó Assange, recordando el caso del grupo de punk ruso «Pussy Riots», condenado el viernes a dos años de cárcel por haber cantado en un templo moscovita contra el presidente Vladímir Putin.
Las esperadas declaraciones de Assange se produjeron después de que su abogado, el ex juez español Baltasar Garzón, también hablara a la prensa frente a la delegación de Ecuador para asegurar que su cliente no escapó a la justicia sueca sino que solicitó garantías mínimas para responder ante las autoridades pertinentes.
Aunque a día de hoy la situación de su cliente «no ha cambiado» y «no va a abandonar la embajada», Garzon dijo que Assange le ha dado «órdenes para que comience la batalla legal para conseguirque se respeten sus derechos fundamentales». El Reino Unido indicó que no tiene intención de facilitar un salvoconducto ni por el momento ha dado garantías para que el activista abandone la embajada sin ser detenido.
Assange fue detenido en diciembre del 2010 en Londres por orden de la fiscalía sueca por presuntas agresiones sexuales contra dos mujeres suecas a las que conoció en Estocolmo. Desde entonces la justicia británica ha fallado a favor de su entrega al país nórdico pero Assange siempre ha sostenido que las acusaciones obedecen a una artimaña política.
El fundador de WikiLeaks lleva refugiado en esa embajada desde el 19 de junio y Ecuador le concedió este jueves el asilo político.