IMPUESTA POR LA JUNTA MILITAR
Birmania pone fin a la censura de prensa, pero no autoriza la publicación de diarios privados
El Gobierno birmano ha decidido poner fin a la censura impuesta a los medios de comunicación escritos por la junta militar que dirigió el país durante las últimas cuatro décadas, una decisión enmarcada en la serie de reformas encaminadas a avanzar hacia la democracia pero que no incluye la autorización para que se puedan publicar diarios financiados con capital privado. El anuncio del Gobierno supone un claro giro en las políticas represivas que había puesto en marcha la anterior junta militar, que gobernó el país hasta marzo de 2011. La censura de la junta castrense no sólo afectaba a las informaciones de los medios de comunicación sino que también supervisaba el contenido de cada canción, caricatura, libro u obra de arte que pudiera ser susceptible de tener contenido "subversivo".
El final de la censura llega después de que en junio de 2011 las autoridades decidieran conceder un mayor reconocimiento del derecho a la libertad de prensa, con la autorización de 80 diarios políticos y seis de contenido religioso, todos ellos de propiedad estatal.
"Cualquier publicación difundida dentro del país no tendrá que tener permiso previo nuestro antes de ser publicada, una medida que será efectiva desde hoy", ha informado el jefe de la junta censora de prensa en el Ministerio de Información birmano, Tint Swe, que ha desglosado el alcance de la medida en una reunión con directores de medios y compañías editoras antes del anuncio oficial.
"A partir de ahora, nuestro departamento sólo se dedicará a registrar las publicaciones para mantenerlas en nuestros archivos nacionales y a emitir licencias para imprentas y editoras", ha asegurado. Sin embargo, a pesar de este avance en libertad de prensa, los periódicos editados por compañías privadas todavía no están autorizados por el Gobierno, con lo que se mantiene un monopolio de diarios estatales que no permitirá de hecho mucha libertad de prensa por su propia autocensura.
Al ser consultado sobre el momento en que serán legalizados los periódicos privados, Tint Swe se ha limitado a decir que esa apertura está ahora "más cerca que antes". "Podría suceder después de aprobar la correspondiente ley de medios", ha afirmado.
Los periodistas birmanos han acogido con satisfacción el final de las restricciones pero algunos de ellos temen que sus informaciones puedan incumplir algunas de las leyes que figuran en el estatuto de periodismo.
"Es un gran avance con respecto al pasado. Le doy la bienvenida pero habrá más responsabilidad para los directores porque hay leyes en vigor que permiten adoptar acciones contra periodistas por sus informaciones", ha afirmado Wai Phyo, director del periódico 'Weekly Eleven'.
El veterano reportero Zaw Htike, secretario de la Red de Periodistas Birmanos, que tiene más de 200 miembros, ha explicado una posición similar y ha añadido que los periodistas tienen que asumir ahora la responsabilidad sobre lo que escriben. "Creemos que también hay que promover un código ético de periodistas", ha concluido.