INTENTAN COORDINAR ESFUERZOS
EEUU y Turquía celebran una "reunión de planificación operacional" sobre Siria
Estados Unidos y Turquía han celebrado este jueves una "reunión de planificación operacional" para coordinar los esfuerzos que se están llevando a cabo de cara a conseguir la caída del Gobierno sirio y extender la ayuda humanitaria a la población, así como para generar una 'hoja de ruta' común para perfilar la etapa que seguiría a la salida del poder del presidente sirio, Bashar al Assad.
El encuentro, que ha tenido lugar en una localización sin determinar de la capital turca, Ankara, ha tenido como objetivo la coordinación de las respuestas a nivel militar, político y de Inteligencia a la crisis en el país árabe, y ha sido la primera reunión de este tipo entre ambos países, según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.
La delegación turca ha estado encabezada por el vicesecretario del Ministerio de Exteriores, Halit Çevik, mientras que la delegación estadounidense ha sido liderada por la exembajadora en Kazajistán (1995-1997) y embajador de carrera del país Elizabeth Jones.
Entre los asuntos que se han tratado en la reunión han destacado el incremento en el número de refugiados sirios en Turquía y la posibilidad de establecer zonas de seguridad en el país, algo a lo que se opone Washington, aunque ha mostrado su disposición a negociar el asunto.
El lunes, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, advirtió de que su país no puede acoger a más de 100.000 refugiados sirios y propuso la creación de una "zona segura" dentro de Siria donde puedan estar protegidos. "Si el número de refugiados alcanza los 100.000, no podremos acogerlos en Turquía. Tenemos que ayudarlos en territorio sirio, bajo los auspicios de la ONU", dijo.
Asimismo, se han tratado planes de contingencia respecto a las armas biológicas y químicas que controla el Gobierno sirio, una de las principales preocupaciones de Estados Unidos y sus aliados, que temen que puedan ser utilizadas como último recurso por Damasco o que caigan en manos de grupos fuera de control en caso de que las fuerzas de seguridad se desintegren.
El lunes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió a Al Assad de que la utilización o despliegue de armas químicas o biológicas marcaría una "línea roja" en el conflicto, aunque aclaró que "en estos momentos" no existen pruebas de que el Gobierno sirio esté recurriendo a armamento más agresivo contra la población.
"Sería una línea roja para nosotros si vemos movimiento o utilización de armas químicas", dijo Obama. El mandatario norteamericano subrayó que dichos cambios modificarían el "cálculo" de Washington y sugirió la posible autorización de una intervención militar.
En respuesta, el viceprimer ministro para Asuntos Económicos de Siria, Qadri Jamil, argumentó el martes que una intervención militar extranjera en el país es "imposible", ya que llevaría a una confrontación más allá de las fronteras del país, al tiempo que apuntó que Occidente está buscando una excusa para desencadenar una operación militar.
"La intervención militar directa en Siria es imposible, porque cualquier que piense en ella (...) se dirige hacia una confrontación que va más allá de las fronteras del país", dijo. "Occidente está buscando una excusa para una intervención directa. Si ésta no funciona, buscará otra, pero no entiende el hecho confirmado de la situación internacional tras el veto de Rusia y China --en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas--, que ha continuado hasta este momento", agregó. "Respecto a las amenazas de Obama, son amenazas para los medios para ser utilizadas en la campaña mediática de las próximas elecciones", valoró.