EN MANOS DE UN CLAN CHIÍ
El Ejército libanés libera a cuatro rehenes sirios secuestrados en Beirut el pasado mes de agosto
Militares del Ejército de Tierra libanés han liberado este martes a cuatro de los más de 20 rehenes sirios y un empresario turco que fueron secuestrados el pasado mes de agosto en Beirut por un poderoso clan chií, la familia Al Meqdad.
El clan perpetró los secuestros a mediados de agosto, en una supuesta venganza por la captura de uno de sus miembros por parte de los rebeldes que combaten en Siria contra el régimen de Bashar al Assad. Tras la liberación de la mayoría de los rehenes, el grupo chií se quedó con cuatro sirios y un empresario de nacionalidad turca como únicos retenidos.
El Ejército lanzó en la medianoche del lunes al martes un operativo en un barrio periférico del sur de la capital libanesa controlado por el partido-milicia Hezbolá, aliado tradicional del régimen de Al Assad, y logró recuperar a los cuatro sirios que seguían secuestrados.
Un portavoz de la familia Al Meqdad, Maher Al Meqdad, ha asegurado que el turco sufrió heridas de bala en la operación militar y ha confirmado que es el único rehén que mantienen cautivo.
El Ejército ha destacado en un comunicado que seguirá con su presión sobre grupos radicales para tratar de "imponer el Estado de derecho". "No cesaremos estas medidas hasta que hayamos detenido a todas las personas implicadas y liberado a todos los rehenes", ha añadido.
Torturas
Los cuatro sirios liberados la pasada madrugada han asegurado, en una entrevista con la cadena libanesa MTV, que sufrieron torturas durante el cautiverio. Sus captores les obligaron a grabar una confesión emitida por el canal de noticias Al Mayadeen.
Según uno de los rehenes, los secuestradores les obligaron "con amenazas" a confesar que formaban parte del Ejército Libre Sirio, el principal grupo armado que combate contra Al Assad. Sin embargo, "no tenía nada que ver con esto, sólo soy un tendero que estoy aquí para ayudar a mi mujer y mis hijos".
Otro de los liberados, identificado como Mohamed, denunció golpes, descargas eléctricas e incluso encierros en ataúdes, en el marco de unas torturas prolongadas durante 15 días. Al igual que su compañero de cautiverio, también ha declarado que la confesión emitida por Al Mayadeen fue manipulada: "Me hicieron decir cosas que no debería".
"Me hicieron decir que formaba parte de una revolución contra el Ejército apóstata de Al Assad y los alauíes y chiíes", ha relatado.
El responsable de informativos de Al Mayadeen, Sami Kleib, ha aclarado que el periodista que participó en estas grabaciones no era cómplice de los Al Meqdad. Según Kleib, el trabajador fue trasladado al lugar con los ojos vendados y tan sólo pudo grabar durante tres minutos en los que no pudo formular ninguna pregunta propia.