Diario de León

DIFERENCIAS INTERNAS RELIGIOSAS

Un tribunal de EEUU condena a 16 amish por delitos de odio

Los condenados les cortaron las barbas y el pelo, algo sagrado para ellos

Miembros de la comunidad amish entrando en el juzgado.

Miembros de la comunidad amish entrando en el juzgado.

Publicado por
MIREIA JULIÀ
León

Creado:

Actualizado:

Un juzgado de Cleveland, en Ohio, ha condenado a 16 amish por delitos de odio, después de que cortasen las barbas y el pelo a otros miembros de su comunidad. Según el veredicto, los acusados atacaron a seis hombres y dos mujeres amish, motivados por diferencias religiosas. Desde la defensa, que acepta que los ataques se produjeron, se ha alegado que las agresiones fueron resultado de disputas familiares o financieras, y que no pueden clasificarse como delitos de odio.

Al parecer, fue en otoño de 2011 cuando 15 amish de la comunidad de Berghol, en Ohio, fueron instigados por su líder, Samuel Mullet, a asaltar algunas granjas amish al este del estado, y a cortarles las barbas y el pelo. Después de los asaltos, los atacantes le habrían mostrado los pelos a Mullet, como si de un trofeo se tratara. Para los amish, el pelo es algo sagrado, las mujeres deben de mantenerlo largo y los hombres deben de dejar de afeitarse después del matrimonio.

En una entrevista a Associated Press en octubre de 2011, el obispo Mullet aseguró que él no había ordenado los ataques, pero reconoció que no impidió a sus hijos y a otros miembros de su grupo a que los llevaran a cabo. Dijo, además, que fueron una respuesta a las críticas que su comunidad estaba recibiendo por parte de otros grupos amish. Los fiscales, sin embargo, han sostenido que en realidad se trataba de una venganza contra otros líderes amish que aceptaron en sus comunidades a personas que habían abandonado la de Mullet.

Órdenes desde la cárcel

Ya desde la cárcel, Mullet habría llamado a sus seguidores para burlarse de los ataques y planear más asaltos, algo que a muchos no les sorprende teniendo en cuenta el control absoluto que dicen que éste obispo amish mantiene sobre el asentamiento que instauró hace dos décadas. Según algunos testimonios, Mullet, de 66 años, es demasiado estricto, aísla a miembros de su propio grupo, y castiga a hombres a dormir en gallineros. Además, se le acusa de abusar a mujeres, incluida su propia nuera, en lo que él llama “terapia sexual” para casadas.

Por el momento, se desconoce el número de años de prisión que podrían caerle a Mullet y al resto de condenados, aunque se espera que no sean menos de diez. Lo que sí se sabe es que sus abogados apelarán a las condenas, que no se harán definitivas hasta el próximo 24 de enero, cuando el juez dicte sentencia. Sea cuál sea el fallo definitivo, el caso marca un precedente en la comunidad amish, cuyos castigos acostumbran a ser internos y los delitos raramente son reportados a la policía. Un caso, además, que por su trasfondo espiritual, ha conmocionado a ésta congregación cristiana anabaptista, caracterizada por su estilo de vida austero, alejado de las tecnologías, y pacifista.

tracking