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El IRA asesina a un funcionario de prisiones en Irlanda del Norte
Londres cree que se trata de una facción del grupo terrorista.
El funcionario de prisiones David Black fue asesinado ayer a tiros en Irlanda del Norte en una emboscada tendida supuestamente por una facción disidente del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA). El ataque se produjo hacia las 06.30 horas GMT en un tramo de la autopista M1 que une las localidades de Portadown y Lurgan, en el condado fronterizo de Armagh, una zona considerada como un bastión disidente.
Según los medios locales, un vehículo con matrícula de la República de Irlanda interceptó el coche del funcionario y alguno de sus tres ocupantes abrió fuego, lo que provocó la colisión de este. El «número dos» de la PSNI, Drew Harris, afirmó ayer que Black, de 52 años, casado y padre de dos hijos, sufrió «heridas de bala graves y, posiblemente, mortales».
La PSNI trata de establecer si el ataque es obra de grupos disidentes opuestos al proceso de paz e investiga también si hallazgo de un coche quemado en Lurgan está relacionado con esta acción.
El diputado del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) Paul Girvan explicó ayer que el funcionario se dirigía hacia su lugar de trabajo en la prisión de alta seguridad de Maghaberry Prison, al sur de Belfast, donde disidentes del IRA han organizado durante los últimos meses acciones de protesta por las condiciones penitenciarias.
La pasada semana, el Gobierno británico aseguró que el riesgo de que se produzca en Gran Bretaña un atentado terrorista de grupos armados norirlandeses ha bajado al pasar de «considerable» a «moderado».
Sin embargo, advirtió de que en Irlanda del Norte la amenaza continúa siendo «grave, lo que significa que es muy probable» que se produzca un atentado, motivo por el que los funcionarios de prisiones, policías y soldados han sido alertados al respecto. El ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, y su adjunto en el Ejecutivo de Belfast, el republicano Martin McGuinness, condenaron hoy el asesinato y aseguraron que los violentos no detendrán el proceso de paz. «La gente que trabaja para el Servicio de Prisiones desempeña un papel crucial en nuestra comunidad y cualquier ataque contra ellos es un ataque contra todos nosotros», afirmaron los dos dirigentes en un comunicado conjunto.
Por su parte, la ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, calificó el atentado de «cobarde y malvado», al tiempo que ofreció sus «condolencias a la familia.