Fin de la hegemonía conservadora
Barack Obama podría tener la opción en su segundo mandato de nombrar al menos a un nuevo juez de los nueve que componen el Tribunal Supremo e incluso tener en sus manos el fin de la hegemonía conservadora en la máxima instancia judicial del país.
La juez progresista Ruth Bader Ginsburg, de 79 años, podría ser una de las que decida retirarse durante el segundo mandato de Barack Obama, que ya ha nombrado a dos magistradas durante su primer Gobierno: Sonia Sotomayor, la primera juez hispana del Supremo, y Elena Kagan.
Ginsburg, nombrada por Bill Clinton, ya ha dicho varias veces que su intención en seguir en su puesto hasta más o menos los 82 años, por lo que Obama estaría ante la tesitura de nombrar un nuevo magistrado, algo que contemplan los poderes de su cargo con el consentimiento del Senado, dominado por los demócratas.
Pero el cambio más significativo se daría si se retira al menos uno de los jueces conservadores, en la actualidad con una mayoría de 5 contra 4, lo que devolvería la hegemonía a los progresistas en el Supremo por primera vez en décadas.