Según el Observatorio Sirio de DDHH
Más de 40.000 personas han muerto a causa del conflicto en Siria
Más de 40.000 personas han muerto desde que comenzó el conflicto entre la oposición y el régimen sirio de Bashar al Assad, en marzo de 2011, según un balance hecho público este viernes por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Según el director del Observatorio, Rami Abdelrahman, la cifra total confirmada es de 40.129 muertos, la gran mayoría de los cuales eran civiles, con al menos 28.026 fallecidos. No obstante, según precisó la organización en su página de Internet, esta cifra incluye a las personas que, sin ser militares, han tomado las armas para luchar contra el régimen.
Aparte, el Observatorio --con sede en Londres pero que cuenta con una red de informantes en Siria formada por activistas, abogados y médicos de hospitales civiles y militares-- ha registrado la muerte en el mismo periodo de 1.379 desertores de las fuerzas de seguridad, 10.150 soldados y 574 personas no identificadas.
El balance del Observatorio no incluye a "las miles de personas que han sido dadas por desaparecidas en el conflicto, algunas de las cuales podrían estar detenidas y otras muertas". También excluye a los "miles de milicianos partidarios del régimen muertos".
En declaraciones a Reuters, Rami Abdelrahman ha advertido de que estas cifras podrían ser "mucho más altas" debido a que tanto los rebeldes como el Gobierno "suelen mentir sobre el número de muertos entre sus filas, para hacer creer que están ganando".
Asimismo, ha precisado que la organización solo recopila los nombres de personas cuyas muertes hayan sido confirmadas por amigos o familiares. "Hay entre 10.000 y 15.000 personas detenidas desde hace meses, pero no podemos dar una cifra porque desconocemos si están muertos o vivos", ha explicado a Reuters.
La organización ha recordado también en su comunicado que el conflicto comenzó con una serie de protestas inspiradas en la 'Primavera Árabe' que "se transformaron en una insurgencia armada después de que el Gobierno empezara a reprimir brutalmente las manifestaciones".
"La mayoría de los rebeldes, al igual que la población, son musulmanes suníes, en un país dominado por un régimen perteneciente a la minoría alauí, una rama del Islam chií", concluye el texto.