De cara a las elecciones generales
El partido gobernante en Japón promete reducir a cero la dependencia de Japón de la energía nuclear para 2030
El gobernante Partido Democrático de Japón (PDJ) ha presentado este martes sus promesas electorales de cara a los comicios generales del próximo 16 de diciembre, que incluyen reducir a cero la dependencia del país asiático de la energía nuclear para 2030.
En una rueda de prensa, el primer ministro, Yoshihiko Noda, ha leído el programa electoral, destacando un plan para eliminar la energía nuclear de Japón de cara a 2030, que contempla un límite de vida de 40 años para las centrales nucleares.
El debate de la energía nuclear cobró actualidad tras el terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011, que azotaron la central nuclear de Fukushima-1, liberando una gran cantidad de partículas radiactivas a la atmósfera que todavía hoy impiden el regreso de los habitantes y la explotación de los recursos naturales.
Además, el DPJ ha anunciado que los ingresos que obtenga como resultado de duplicar los impuestos sobre el consumo hasta el 10 por ciento de cara a 2015, una medida sumamente impopular, incluso en las filas del partido gobernante, se invertirán en programas sociales.
Así, Noda ha expresado su intención de reformar el sistema de seguridad social, tras la conferencia nacional del próximo año. En concreto, ha propuesto crear una pensión mínima y aumentar las ayudas a la infancia y a los trabajadores.
En materia económica, el primer ministro ha anunciado un presupuesto adicional para el próximo año con la finalidad de acabar con la deflación y de crear cuatro millones de puestos de trabajo, sobre todo en sanidad y energías renovables.
Sobre el Tratado de Libre Comercio de la Alianza Transpacífica (TPP), que ha generado una división en la opinión pública y en la clase política, ha dicho que el Gobierno seguirá promoviendo las conversaciones, aunque no ha revelado si Japón se sumará finalmente al acuerdo económico.
En política exterior, Noda ha indicado que el país fortalecerá la Guardia Costera para garantizar la seguridad de las islas y aguas japonesas, incluidas las Senkaku/Diaoyu, cuya soberanía reivindican China y Taiwán, y las Takeshima/Dokdo, disputadas por Corea del Sur.
Además, el primer ministro ha adelantado que Japón promoverá la firma de un acuerdo con Estados Unidos para reubicar las bases militares del país norteamericano en el asiático con la finalidad de aliviar la carga de la prefectura de Okinawa.
Tokio y Washington acordaron en 2006 la reubicación de la base aérea de Futenma en otro lugar menos poblado de Okinawa, pero los distintos gobiernos que ha tenido Japón desde entonces no han logrado el apoyo de los residentes locales, que asocian dichas instalaciones con el ruido, la contaminación y el crimen.