Un tiroteo en una escuela de EE.UU. deja 27 muertos, 20 de ellos niños
El autor de los disparos, también fallecido, habría matado primero a sus padres.
Un total de 27 personas murieron ayer, 20 de ellas niños, en un tiroteo en una escuela primaria de Newtown (EE.UU.) y al cierre de esta edición persistía la confusión sobre el presunto autor y sus motivos en un día en el que el presidente Barack Obama pidió unidad para tomar medidas que eviten tragedias como ésta.
El tiroteo ocurrió a primera hora de la mañana, poco tiempo después del comienzo de las clases, en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), una ciudad de 27.000 habitantes del noreste de Estados Unidos ubicada a unos 100 kilómetros de Nueva York.
En una conferencia de prensa, el teniente Paul Vance, de la policía de Connecticut, confirmó que en el colegio murieron en total 18 niños, así como seis adultos y el presunto autor del tiroteo. Otros dos niños fallecieron en el hospital y otro adulto fue encontrado muerto en una «escena secundaria», en un lugar no identificado.
Todos los niños fallecidos tienen edades comprendidas entre 5 y 10 años. Entre los adultos muertos está la madre del sospechoso, el director del colegio y un psicólogo.
De acuerdo con versiones de los principales medios del país, el presunto autor del tiroteo entró en el colegio vestido con ropa negra y llevaba una máscara, un chaleco antibalas y tres armas, entre ellas un rifle. En un primer momento se identificó al presunto autor como Ryan Lanza, de 24 años e hijo de una profesora del colegio, pero las últimas investigaciones apuntan a su hermano, Adam, de 20 años.
No hay ninguna versión oficial sobre la identidad del sospechoso, que está entre los fallecidos, y la policía tiene en custodia a una persona que está siendo interrogada por su supuesta relación con el tiroteo.
Versiones
El sospechoso habría matado primero a su padre antes de perpetrar el tiroteo y después habría matado también a su madre, profesora de la escuela Sandy Hook, de acuerdo con versiones de algunos medios.
Los niños evacuados de la escuela relataron a la salida del centro el horror vivido: «Nos dijeron que cerráramos los ojos», contó una pequeña de nueve años.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visiblemente emocionado y entre lágrimas, ofreció una declaración en la sala de prensa de la Casa Blanca. Obama subrayó que reaccionó «como padre», no como presidente, tras conocer la masacre y agregó: «Esta tarde, Michelle y yo haremos lo que sé que todos los padres de Estados Unidos van a hacer, que es dar un abrazo a nuestros hijos y decirles que los amamos». «Hemos sufrido demasiadas tragedias como ésta los últimos años», afirmó Obama.
El presidente ordenó, además, cuatro días de luto nacional para honrar a las víctimas y que las banderas ondeen a media asta en todos los edificios y lugares públicos, así como en las bases militares y navales, junto a embajadas, consulados y resto de legaciones diplomáticas hasta el atardecer del próximo día 18.