El chavismo fija una salida entre las lagunas de la Constitución venezolana
Chávez podría tomar posesión de su cargo ante el Tribunal Supremo de Justicia.
El chavismo ha fijado una salida a la ausencia del mandatario venezolano, Hugo Chávez, en el acto de asunción del 10 de enero, aprovechando que la Constitución es clara respecto a la falta absoluta de un presidente electo pero no en el resto de circunstancias que impidan su presencia ese día.
El agravamiento de la salud del gobernante, que podría impedirle estar en Caracas el próximo jueves, no solo encontró desprevenidos a los venezolanos sino también a su Carta Magna que, como coinciden varios constitucionalistas, luce «imperfecta» ante esta situación que podría resolverse bajo distintas interpretaciones.
El vicepresidente, Nicolás Maduro, indicó ayer que el acto de toma de posesión ante la Asamblea Nacional (AN, unicameral) el 10 de enero no es más que un «formalismo», porque Chávez es reelecto, y desde esa fecha seguirá ejerciendo como presidente y será posteriormente cuando tome juramento ante el Tribunal Supremo.
El artículo 231 marca el 10 de enero como fecha de toma de posesión ante el Parlamento y establece en su parte final que «si por cualquier motivo sobrevenido el presidente no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)», un punto que ha desatado la controversia.
La Constitución también señala la causas de «falta absoluta»: su muerte, renuncia, su destitución por el TSJ y «su incapacidad física o mental permanente certificada por una junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con aprobación» de la AN. También son causas de falta absoluta el abandono del cargo y la revocación popular de su mandato.
La Asamblea Nacional
Mientras tanto, el presidente de la unicameral Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, fue reelegido ayer para dirigir el Parlamento venezolano durante el período 2013-2014, con el apoyo del voto favorable del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y en contra del bloque opositor.
Como vicepresidentes fueron elegidos los diputados Darío Vivas y Blanca Eekhout, también dirigentes del PSUV, que lidera el presidente Chávez.
«Mayoría evidente y contundente», proclamó Cabello al contar las manos alzadas de los 97 diputados del PSUV de los 165 escaños totales, y «minoría evidente» al contabilizar la de los opositores.
La elección se produjo tras el intercambio de acusaciones entre el oficialismo y la oposición por el monopolio del chavismo de los cargos de la cámara.
El diputado ex chavista Ismael García acusó al PSUV de reflejar así «su sectarismo, intolerancia y visión hegemónica».