COMPARECENCIA ANTE EL CONGRESO
Clinton explicará el 23 de enero el ataque al consulado de Benghazi
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, comparecerá el próximo 23 de enero ante el Congreso para dar explicaciones sobre el ataque perpetrado el pasado 11 de septiembre contra el consulado del país norteamericano en la ciudad de Benghazi, ubicada en el este de Libia.
En un principio, estaba previsto que Clinton compareciera ante el Comité de Exteriores de la Cámara de Representantes el 20 de diciembre, pero la cita fue cancelada después de que los médicos le detectaran un coagulo de sangre en la cabeza que la ha obligado a permanecer hospitalizada.
El presidente de dicho grupo parlamentario, el republicano Ed Royce, ha indicado que quiere que Clinton explique por qué no se previó el ataque contra la oficina consular, a pesar de que había informes de Inteligencia que advertían del deterioro de la seguridad en Benghazi.
Además, ha adelantado que los legisladores preguntarán a Clinton qué hay que hacer ahora para evitar acciones similares en otras delegaciones estadounidenses. "Es importante aprender de lo que ha ocurrido en Benghazi porque Al Qaeda siempre está planeando ataques", ha considerado, en un comunicado.
El ataque al consulado de Benghazi sigue siendo uno de los principales focos de crítica contra el Gobierno de Barack Obama, al que la oposición republicana acusa de ocultar información en los primeros momentos y de no garantizar la seguridad del personal diplomático y consular.
De momento, el caso ha afectado directamente a la embajadora estadounidense en Naciones Unidas, Susan Rice, que ha tenido que renunciar a sus aspiraciones de suceder a la ex primera dama en la Secretaría de Estado debido a las críticas republicanas.
El ataque fue llevado a cabo por un grupo de milicianos de Ansar al Sharia, grupo vinculado a Al Qaeda, y se saldó con la muerte de cuatro estadounidenses: el embajador en Trípoli, Christopher Stevens, dos ex miembros de las fuerzas de élite y un experto informático.
En un principios, las autoridades estadounidenses creyeron que se trataba de una reacción espontánea, no de una acción premeditada, debido a que se produjo en el marco de la ola de protestas en el mundo islámico por la película 'Inocencia de los musulmanes', que parodia al profeta Mahoma.