CONFLICTO SIRIO
Obama asegura que en Siria está en juego la credibilidad internacional
El presidente de EEUU insiste en que el mundo no puede quedarse en silencio tras el ataque químico en la periferia de Damasco
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha defendido este miércoles que el mundo no puede permanecer "en silencio" ante el ataque con armas químicas que Washington atribuye al Gobierno de Bashar el Asad, y que si no hay una reacción, se pondrían en cuestión las normas internacionales. Desde Estocolmo, donde ha llegado esta mañana en su visita oficial a Suecia, Obama ha insistido en que se podrían repetir ataques similares si la comunidad internacional no reacciona a tiempo ante el régimen sirio.
"No es mi credibilidad la que está en evidencia, es la de la comunidad internacional y la del Congreso [de EEUU]", ha afirmado Obama, para quien el mundo no puede permanecer callado, pues se cuestionarían las normas internacionales y se podrían repetir ataques similares, que a la larga harían que el planeta fuera "menos seguro". Ese argumento fue el que usó para mostrarse confiado en que el Congreso estadounidense aprobará su plan de ataque a Siria.
Diferencias con Irak
Saliendo al paso de las comparaciones con conflictos anteriores, el presidente se ha mostrado convencido de que EEUU no repetirá el error de Irak porque está "seguro" de que el régimen sirio está detrás del ataque con armas químicas de hace dos semanas, y ha presionado a la comunidad internacional para que apoye un ataque "limitado".
"No estoy interesado en repetir los errores por culpa de malas informaciones. Pero puedo decir con total seguridad: se han usado armas químicas", ha dicho Obama en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt. El mandatario ha asegurado que nadie cuestiona que hubo un ataque con armas químicas y ha remitido a informes de inteligencia estadounidense basados en la interceptación de comunicaciones y otras "evidencias", añadiendo que la oposición siria "no tiene capacidad" para un ataque así.
La postura de Rusia
La investigación realizada por inspectores de la ONU, cuyo resultado se sabrá en unas semanas, no permitirá conocer qué parte está detrás del ataque, porque esa cuestión está fuera de sus parámetros, ha sostenido el presidente estadounidense.
Obama no se ha mostrado demasiado confiado en que Rusia, aliada tradicional de Damasco, cambie de opinión respecto al conflicto, y ha recordado la "larga relación" de Moscú con el régimen de Asad, su desconfianza ante la oposición y su "preocupación" por la integridad territorial de Siria para explicar su rechazo a una acción militar.
"Siempre estoy esperanzado, porque la acción internacional sería más efectiva si Rusia toma una postura diferente sobre este problema", ha declarado Obama para garantizar que no cejará en su intento de convencer al presidente ruso, Vladímir Putin, para que se sume a un consenso internacional.
Suecia, firme con la ONU
En cambio, Reinfeldt se ha mantenido firme en la apuesta de Suecia por continuar la vía del Consejo de Seguridad de la ONU, aunque está de acuerdo con Obama en que debe haber consecuencias por el supuesto uso de armas químicas y en una solución política a largo plazo.
En su comparecencia conjunta con el primer ministro sueco, Obama ha asegurado también que se están revisando los protocolos de los servicios de inteligencia de su país para encontrar un equilibrio entre los objetivos y los medios. "Solo porque podamos hacer algo, no tenemos por qué hacerlo", ha reconocido.
Obama, que ha iniciado una visita de dos días a Suecia, discutirá de nuevo el tema de Siria esta noche en una cena con mandatarios de los cinco países nórdicos, después de realizar una visita a la sinagoga de Estocolmo y a un centro tecnológico. El presidente estadounidense continuará viaje mañana con una visita a San Petersburgo (Rusia) para participar en una cumbre del G-20, donde seguirá buscando apoyos a la intervención militar.