La caída de un helicóptero sobre un pub escocés deja al menos ocho muertos
Entre los fallecidos están los dos agentes y el piloto civil de la aeronave policial.
Ocho personas han muerto y catorce están heridas de gravedad tras caer un helicóptero de la policía sobre un céntrico pub de Glasgow, en lo que el ministro principal escocés, Alex Salmond, calificó ayer de «día negro para Escocia».
El inspector jefe de la policía escocesa, Stephen House, indicó que aún se prolongarán unos días las labores de rescate en el pub The Clutha, en la ribera del río Clyde, donde a las 22.25 GMT del viernes se estrelló el aparato policial con tres tripulantes a bordo.
Tres de los muertos son los dos agentes y el piloto civil que viajaban en el aparato, un Eurocopter EC135 T2, mientras que los otros cinco eran personas que se encontraban en el local, donde se calcula que había unos 120 clientes escuchando música en directo en vísperas del fin de semana.
La directora del Servicio nacional de Salud de la zona, Jennifer Armstrong, confirmó que, de los 32 ciudadanos hospitalizados en las últimas horas, 18 han sido dados de alta y 14 «son tratados por heridas graves». Las lesiones más frecuentes son contusiones en varias partes del cuerpo, cortes o miembros rotos, precisó.
House anunció ayer la puesta en marcha de una investigación por parte de la fiscalía y la rama de accidentes aéreos de la policía para determinar lo sucedido, mientras los testigos aseguran que el aparato se desplomó «como una piedra» sobre el tejado del edificio, de una planta.
Una delegación de Eurocopter se trasladó a Escocia para ayudar en la investigación de los hechos, mientras que la empresa arrendadora, Bond Air Services, se ha ofrecido también a colaborar.
El periódico The Guardian publicó ayer que los Eurocopter EC135 fueron retirados temporalmente de servicio el año pasado en el Reino Unido por dudas sobre su seguridad, tras detectarse un defecto en el rotor.
El ministro principal de Escocia, el independentista Alex Salmond, dijo que el accidente marca «un día negro para Escocia», que ayer debía celebrar con festejos populares el día de su patrón San Andrés. A raíz del accidente, el Ayuntamiento ha suspendido los actos previstos y la catedral de Saint Andrew ofreció un servicio religioso en favor de las víctimas, al que asistieron unas 250 personas.
Los jugadores de los Rangers y el Falkirk guardaron un minuto de silencio antes de iniciar su partido de la Copa de Escocia de Fútbol y las banderas ondearán a media asta durante el fin de semana en todo el territorio escocés.
Las muestras de solidaridad y condolencias se han repetido a lo largo de la jornada, encabezadas por las de la reina Isabel II de Inglaterra.