La evacuación de civiles de Homs se prorroga al ampliarse la tregua
La reanudación del diálogo queda empañada por la masacre de 40 personas.
La evacuación de civiles del asediado casco viejo de Homs, en el centro de Siria, se extendió ayer gracias a una prórroga de tres días de la tregua humanitaria en esta ciudad, coincidiendo con la reanudación de la llamada conferencia de Ginebra 2.
El gobernador de Homs, Talal al Barazi, afirmó que al menos 460 civiles, la mayoría mujeres, menores y ancianos, salieron ayer de la parte antigua de la localidad.
La ONU anunció ayer que más de ochocientas personas han sido evacuadas desde el viernes pasado en Homs y reveló que el régimen y la oposición habían acordado extender por otros tres días la tregua humanitaria para permitir la entrada de ayuda y la salida de civiles.
Al Barazi se reunió en la mañana de ayer con el representante de la ONU en Siria, Yacub al Hillo, para estudiar la posibilidad de extender por más tiempo la evacuación de civiles, que en principio estaba previsto que se produjera entre los pasados viernes y domingo.
Este fin de semana, los opositores denunciaron varios ataques por parte de los leales al régimen, que ocasionaron muertos y heridos, y dificultaron el desalojo de los civiles y el reparto de ayuda humanitaria.
Sin embargo, el viceministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal Miqdad, rechazó ayer en Ginebra esas acusaciones y culpó a grupos armados opositores dentro de la población de «impedir a los cristianos salir de ella».
Homs es una de las localidades más castigadas por los choques entre los fieles al régimen y los opositores, y desde junio de 2012 su casco antiguo está cercado por el Ejército, lo que ha deteriorado las condiciones de vida.
La entrada de ayuda humanitaria y la evacuación de civiles de Homs es casi el único logro sobre el terreno de la primera ronda del diálogo en Ginebra, que se celebró entre los pasados 22 y 31 de enero.
Aun así, el inicio de la segunda ronda quedó ayer empañado por las denuncias, tanto del régimen como de activistas, de una masacre de más de 40 personas en un pueblo de mayoría alauí en el centro de país.
El Comando General de las Fuerzas Armadas Sirias aseguró que al menos 42 mujeres, menores y ancianos perdieron la vida en «una matanza terrorífica» supuestamente perpetrada por miembros del Frente al Nusra, vinculado a Al Qeda, en la localidad de Maan.
La mayor parte de los habitantes de esta población de la provincia central de Hama pertenece a la secta alauí, rama del chiísmo que profesa el presidente del país, Bachar al Asad.
El Ejercito explicó en un comunicado que los «terroristas» asaltaron la población con armas de distinto tipo, además de saquear, quemar e incluso demoler algunas viviendas, lo que causó la huida de todos los vecinos a otras zonas.
Subrayó que este acto demuestra la conexión de los «terroristas» con partes extranjeras, que no identificó, y destacó que justo se produce en un momento en que el Estado sirio ejerce «esfuerzos incansables» para acabar con el sufrimiento del pueblo.