Diario de León

cumbre de jefes de Estado y de gobierno

Rajoy maniobra con el objetivo de que De Guindos presida el Eurogrupo

No se descarta otra cumbre para cerrar el nombramiento de altos cargos .

Mariano Rajoy conversa con el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho.

Mariano Rajoy conversa con el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho.

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Adolfo Lorente | Bruselas
León

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El presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, comenzó ayer en Bruselas su primer gran examen político europeo (rescates financieros al margen) con un claro objetivo: conseguir sí o sí la presidencia del Eurogrupo, el consejo de los 18 ministros de Finanzas de la moneda única. Un tanto de indudable valor que supondría el retorno de España a la cúpula económica de la UE después de que en 2012 perdiera su histórico asiento en el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) como consecuencia del rescate financiero de 41.300 millones. Anoche, al cierre de esta edición, Rajoy maniobraba ante sus colegas comunitarios para garantizar que su ministro del ramo, Luis de Guindos, sea el próximo presidente del Eurogrupo, un hecho que en círculos diplomáticos se ve «muy encarrilado».

Mariano Rajoy, sin embargo, se mostró especialmente cauto pese a que Moncloa lleva días asegurando en privado que el caramelo está a punto de conseguirse. «En principio hoy (por ayer) no se va a hablar del Eurogrupo. Lo más urgente es el nombramiento del Alto Representante y también si se puede al presidente del Consejo Europeo», aseguró a su llegada a la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de gobierno. Lo hizo a las seis de la tarde, minutos antes de reunirse con el nuevo presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker para empezar a negociar la cartera que en teoría le corresponderá a Miguel Arias Cañete, apuesta de Rajoy para ser el nuevo comisario español en sustitución de Joaquín Almunia.

A las 18 horas estaba previsto el inicio de una cumbre que se retrasó finalmente dos horas para facilitar los contactos bilaterales entre líderes, un trabajo de cocina demasiado complejo. Tanto, que no eran pocos quienes dejaron entrever la posibilidad de que se celebre otra cumbre la semana que viene (miércoles, 23) para cerrar todos los cargos electos «por unanimidad».

El que más urge es el de la Alta Representación Exterior, designar a la persona que sustituirá a la británica Catherine Ashton a partir del 1 de noviembre. El otro en juego es la presidencia de Consejo, ahora en manos del belga Herman Van Rompuy y que abandona el cargo el 30 de noviembre. Ya avanzada la noche, los nombres que más sonaban eran el de la ministra italiana de Exteriores, Federica Mogherini (que tiene el rechazo frontal de los países del Este por la tibieza de Roma con Rusia), y el de la comisaria búlgara de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva. Su hándicap, que es conservadora y los socialistas europeos exigen esta cartera por haber apoyado a Juncker.

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