La Otan asistirá con 15 millones de euros a Ucrania y alza el tono a Rusia
Rasmussen asegura que Moscú «no ha dado ni un solo paso para hacer la paz posible».
El secretario general de la Otan, Anders Fogh Rasmussen, anunció ayer que los aliados asistirán a Ucrania con 15 millones de euros en sus reformas militares, al tiempo que alzó el tono contra Moscú por no contribuir a rebajar las tensión en esa región. «Rusia no ha dado un solo paso para hacer la paz posible, solo ha contribuido a profundizar el conflicto», dijo Rasmussen durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, al término de la reunión de la Comisión Otan-Ucrania, celebrada durante la primera jornada de la cumbre aliada en Gales.
El político danés subrayó la unidad aliada en apoyar a Ucrania, de lo que dijo es prueba la asistencia financiera por 15 millones de euros para ayudar al país en una serie de reformas relacionadas con el proceso de modernización de las fuerzas de seguridad.
«Condenamos con firmeza las repetidas violaciones de Rusia de la ley internacional», dijo Rasmussen, al tiempo que pidió de nuevo al presidente ruso, Vladímir Putin, «retirar a sus miles de tropas desplegadas en las regiones fronterizas, dejar de apoyar a los separatistas y revertir su ilegal e ilegítima autoproclamación de anexión de Crimea, que no reconocemos».
El secretario general aliado subrayó que «es la primera vez desde que acabó la Segunda Guerra Mundial que un país en Europa se ha anexionado otro territorio por la fuerza. Europa no acepta pasar del imperio de la ley al imperio del más fuerte». Afirmó que «lo mejor es encontrar una solución política» a un conflicto que dura ya varios meses, pero también aseguró que cree «firmemente que la comunidad internacional debe responder con determinación si Rusia interviene de nuevo en Ucrania, con sanciones económicas más duras y profundas que solo aislarán más» a ese país.
La postura de Ucrania
Poroshenko, por su parte, se mostró «moderadamente optimista» ante la reunión del Grupo de contacto (Osce, Rusia y Ucrania) que tendrá lugar hoy en Minsk y cuya celebración podría hacer posible la declaración de un alto el fuego a partir de las 11:00 GMT de ese día por parte de los dos bandos.
«Ucrania no empezó la guerra», dijo el presidente ucraniano, que aseguró que en este conflicto es su país el que «está pagando el precio mas alto, con la perdida de vidas de los soldados y de civiles. Como presidente estoy obligado a hacer lo posible para parar la guerra».
Respecto al apoyo mostrado por los aliados, Poroshenko señaló que en Gales ha recibido «una gran demostración de solidaridad» con su país después de ver como «la seguridad y la estabilidad de Ucrania han sido brutalmente erosionadas por la agresión rusa».
Al término de esas reuniones, los líderes asistieron a la cena ofrecida por el anfitrión de la cumbre, el primer ministro británico, David Cameron, en la que continuaron tratando a puerta cerrada los temas de la jornada.
Respecto a Afganistán, el líder aliado señaló que tras una presencia de más de una década en ese país, la misión de asistencia internacional allí (IsafF) llega a su fin al término de este año, y subrayó que así las relaciones entre ambos «entran en un nuevo capítulo». Advirtió sin embargo que sin la firma del acuerdo bilateral de seguridad entre Kabul y Washington, aún pendiente y que marcará las condiciones para la presencia militar en el país centroasiático tras el fin de la misión multinacional de la Isaf, no habrá continuación de la misión.