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Un enviado de la ONU pide un alto el fuego "inmediato" en Yemen
El enviado de la ONU, Yamal Benomar, ha pedido un cese inmediato de todos los actos de violencia en la capital yemení
El enviado de la ONU para Yemen, Yamal Benomar, pidió hoy un cese inmediato de todos los actos de violencia en la capital yemení, Saná, donde se desarrollan duros choques entre el Ejército y el grupo rebelde chií "Ansar Alá". En una nota emitida en su página de Facebook, Benomar llamó a que todas las partes interesadas "actúen con sabiduría y cumplan con el interés supremo del Estado". El responsable de la ONU volvió hoy a Saná después de dos días de consultas con el líder del grupo chií, Abdel Malek al Huti, en la provincia septentrional de Saada, bastión tradicional de los rebeldes.
El comunicado precisó que estas negociaciones pretenden intentar "salvar el abismo" entre las distintas partes implicadas en la crisis en Yemen. Agregó que llegó a acuerdos sobre varios puntos con el grupo chií que pueden convertirse en "fundamentos para un acuerdo definitivo entre las partes implicadas que se basen de las conclusiones del diálogo nacional". También lamentó la escalada de la violencia en Saná en el momento en él que hacía grandes esfuerzos para llegar a una solución pacífica a la crisis. Ante la ofensiva insurgente, el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, denunció una "intentona golpista" y aseguró que los hutíes pretenden "derrocar al Estado".
El movimiento chií comenzó el pasado mes una ola de manifestaciones para exigir la destitución del actual Gobierno y la restitución de los subsidios a los combustibles, que han derivado en violentos choques. En los combates de las últimas horas en torno a la sede de la televisión pública yemení, en Saná, murieron decenas de rebeldes, según informó el propio movimiento, mientras que se desconocen las bajas en las filas de las fuerzas de seguridad. Los hutíes han tomado el control de barrios vecinos a Al Yaraf, donde se encuentra la sede de la televisión, algunos de los cuales están próximos al aeropuerto. Tras alzarse en armas en 2004, los insurgentes chiíes controlan desde 2010 la provincia septentrional de Saada y tratan desde hace meses de ampliar las zonas bajo su dominio.