ORIENTE PRÓXIMO
El Congreso da el primer paso para reconocer el Estado palestino
La Cámara baja ha aprobado este martes por unanimidad un texto que insta al Gobierno al "reconocimiento" y reafirma que la única salida al conflicto es la coexistencia de dos Estados
Con el apoyo de todos los grupos, el Congreso de los Diputados ha dado este martes el primer paso para que España reconozca al Estado palestino. En la misma estela que el Reino Unido, Francia e Irlanda, la Cámara baja ha aprobado por unanimidad un texto en el que se insta al Gobierno al "reconocimiento de Palestina como Estado, sujeto de Derecho Internacional, reafirmando la convicción de que la única solución posible para el conflicto es la coexistencia de dos Estados, Israel y Palestina".
El texto no fecha cuándo se debería producir ese reconocimiento y pone como requisito que este sea "consecuencia de un proceso de negociación entre las partes que garantice la paz y la seguridad para ambas, el respeto a los derechos de los ciudadanos y la estabilidad regional". En un primer momento, el PP, que presentó un texto alternativo a la propuesta original de los socialistas, no condicionaba el reconocimiento a la paz. Al contrario, su propuesta señalaba que si la "negociación se revela imposible o se demora injustificadamente", el reconocimiento "será la manera de avanzar la causa de la paz".
Sin embargo, aunque rebaja su contundencia en este extremo, la resolución aprobada es en otro sentido más clara de lo que planteaba originalmente el PP. Los conservadores propusieron que se instara al Gobierno a "impulsar el reconocimiento" de Palestina. El texto pactado, en cambio, insta al Gobierno a "reconocer".
En cualquier caso, ni el Gobierno ni los grupos parlamentarios abogan por el reconocimiento unilateral de Palestina, al estilo de lo que hizo Suecia el pasado 30 de octubre, sino que proponen que este sea "promovido de manera coordinada en el seno de la Unión Europea". El documento parlamentario tiene escaso recorrido práctico, pero su trascendencia simbólica es grande. Pretende empujar a Israel, que como EEUU ha criticado este tipo de resoluciones, a volverse a sentar en la mesa de negociaciones.