Obama condena la muerte de los dos policías tiroteados en Nueva York
El asesino, que se quitó la vida, buscaba venganza tras la muerte de varios afroamericanos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó la muerte de dos policías en Nueva York tiroteados por un hombre que había advertido su intención de actuar en respuesta a la muerte de varios afroamericanos a manos de las fuerzas del orden. «Dos hombres valientes no van a volver a casa con sus seres queridos esta noche, y para eso, no hay ninguna justificación», indicó en un comunicado el sábado por la noche tras conocer el suceso.
El mandatario, que se encuentra de vacaciones en Hawai, enfatizó que los oficiales que «protegen nuestras comunidades arriesgando su propia seguridad por nosotros cada día, merecen nuestro respeto y agradecimiento». Obama urgió a los ciudadanos a «rechazar la violencia y las palabras dañinas» y cambiarlas por «un diálogo paciente», al tiempo que pidió solidaridad por la familia y amigos de los fallecidos.
Los dos policías —Rafael Ramos y Wenjian Liu— se encontraban en el interior de su vehículo en el cruce de las avenidas Myrtle y Tompkins en el barrio de Bedford-Stuyvesent, en el distrito de Brooklyn, cuando el hombre se acercó y abrió fuego.
El agresor, identificado como Ismaaiyl Brinsley, de 28 años, también murió poco después, tras huir de la escena y quitarse la vida en una estación de metro cercana cuando era perseguido por la Policía.
Tres horas antes de actuar, Brinsley publicó en la red social Instagram dos fotografías en las que podía verse entre otras cosas una pistola junto a mensajes dando a entender su intención de asesinar a dos policías a modo de venganza. «Ellos matan a uno de los nuestros... Vamos a matar a dos de los suyos», señalaba uno de los mensajes, acompañado por las etiquetas #shootthepolice («dispara a la Policía», en español) y #RIPEricGarner y #RIPMikeBrown, en referencia a dos recientes casos de violencia policial contra ciudadanos negros.
El individuo había herido gravemente de bala en la madrugada del sábado a su exnovia en Baltimore, en el estado de Maryland, a más de 300 kilómetros de Nueva York, según las autoridades. La Policía de esa ciudad notificó al resto de fuerzas una alerta de búsqueda y captura que llegó al Departamento de Policía de Nueva York prácticamente en el mismo momento en el que Brinsley disparaba a los policías en Brooklyn, indicó Bratton.
El comisionado explicó que por el momento no se tienen indicios de que el hombre estuviese relacionado con ningún grupo terrorista, mientras que varios medios relacionan al sospechoso con una pandilla conocida como Black Guerrilla Family. «Parte de nuestra investigación será determinar en lo posible cuál era su motivación», dijo Bratton.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, compareció junto al jefe de Policía en el hospital donde fallecieron los agentes y destacó que el ataque va contra todos los neoyorquinos y aquello que valoran. De Blasio exhortó además a los ciudadanos a avisar a la Policía en cuanto vean amenazas colgadas en internet o cualquier otra indicación de un posible acto criminal.
Precisamente el alcalde ha sido criticado en las últimas semanas por miembros de las fuerzas del orden a causa de su supuesta simpatía hacia las protestas celebradas en la ciudad contra la violencia policial.