Críticas a una escultura de forma fálica para la estación de Auckland

En teoría, según su autor, la obra evoca las nubes y las gotas de agua. A la mayor parte de los vecinos de Auckland, en cambio, la escultura les recuerda a un falo y dos testículos. La polémica ha acompañado la inauguración de esa obra, realizada en aluminio por el escultor Gregor Kregar, en la estación de tren New Lyne de Auckland (Nueva Zelanda).

La obra consiste en cuatro estructuras de alumino colgadas a ocho metros sobre el suelo. Tres de ellas sí asemejan nubes. La cuarta, en cambio, parece la reporducción a gran escala de unos genitales. "¿Perio qué demonios es esto? Desde luego que no es una nuve. Eso parece un pene", declaró una usuaria de la estación al diario ' New Zealand Herald '. Otro usuario declaró al canal 3 News que "igual si le cambiaran de ángulo parecería otra cosa".

A muchos habitantes de la ciudad les ha indignado además que en esa escultura hayan sido invertidos 176.000 euros. El artista ha reconocido estar un poco disgustado por los comentarios aunque ha intentado ver la parte buena: "El arte está para provocar". Además, ha recordado que la obra aún no está acabada, ya que han de instalarse luces LED para iluminarlas de noche. "Esperemos que entonces cambie la opinión", ha añadido.