La ausencia de Putin dispara las alarmas sobre su estado de salud

Desde el día 8, cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, asistió a un acto con motivo del Día Internacional de la Mujer, no se le ha vuelto a ver en público. Y son muchos días desaparecido para una opinión pública acostumbrada a verle en la televisión casi a diario. Las alarmas saltaron el miércoles cuando una fuente del Gobierno de Kazajstán indicó a la agencia Reuters que Putin había aplazado su viaje a Astaná por encontrarse enfermo. El periódico económico RBK hizo que aumentara la incertidumbre al asegurar que al máximo dirigente ruso no se le veía desde el día 5, cuando recibió al primer ministro italiano.

Sin embargo, Putin estuvo a la vista el domingo con las madres de niños laureados con distintos premios y otras mujeres destacadas. En la página web de la Presidencia rusa aparecen además fotos de reuniones de trabajo fechadas los pasados martes y miércoles. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tuvo ayer que salir por segunda vez a desmentir los rumores sobre una posible enfermedad del presidente, que tiene ya 62 años. «Está perfectamente de salud», manifestó Peskov. Según sus palabras, «tiene reuniones todo el tiempo (…)», aunque ha admitido, sin dar detalles y explicar las razones, que su agenda está sufriendo modificaciones.

Putin no suele apenas enfermar. La última vez que también se disparó la rumorología fue en el otoño de 2012. Estuvo aquejado, según informó entonces Peskov, por «una antigua lesión deportiva leve». La prensa rusa concretó más afirmando que era un problema en la columna vertebral agravado tras un aterrizaje accidentado en ala delta. En la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) de septiembre de 2012 en Vladivostok, al jefe del Kremlin se le pudo observar cojeando. Los médicos le aconsejaron que evitara viajes en avión de larga duración, por lo que muchos desplazamientos fueron anulados.

A diferencia de su predecesor en el cargo, Borís Yeltsin, Putin se ha jactado siempre de tener una salud de hierro. No bebe, no fuma, es cinturón negro de judo, monta a caballo, practica submarinismo, hockey sobre hielo y otros deportes. Exhibirse como un hombre fuerte e intrépido forma parte de su estrategia de imagen.