Túnez detiene a nueve personas tras el ataque perpetrado por los islamistas
La policía y el Ejército lideran una operación para capturar a los autores del atentado.
La policía tunecina avanzó ayer en la investigación para desmantelar la célula yihadista que el miércoles mató a 23 turistas extranjeros —entre ellos un matrimonio español— en un atentado que ya ha sido reivindicado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
La indignación por lo sucedido y por el objetivo elegido por los terroristas —la industria turística, clave para la estabilidad democrática y la recuperación económica del país— se mezclaba ayer con un sentimiento de pesimismo en la capital tunecina. «¿Cómo es posible que haya sucedido algo así? ¿Por qué no se puso más vigilancia?», se preguntaba Munira, una joven de 27 años que como cientos de tunecinos se acercaron al lugar de los hechos para mostrar su solidaridad con las víctimas y expresar su repulsa al terrorismo.
«Había muchas señales. Atentados semanas atrás y numerosas detenciones», criticaba por su parte un periodista local que prefirió no ser identificado.
Pese a la reivindicación difundida a través de una grabación de audio, las autoridades tunecinas mantienen abierta una investigación de la que se filtran pocos datos.
Fuentes de Seguridad confirmaron que se han practicado nueve detenciones y que se interroga a cuatro personas por su presunta participación en los hechos y a otras cinco por haber dado apoyo y cobertura a la célula. Los agentes no descartan que los terroristas tuvieran apoyo logístico del grupo yihadista local Ansar al Sharia, que tiene sus bastión en la región de Kasserin, una zona abrupta y montañosa pegada a la frontera con Argelia.
Allí, a mediados del pasado mes de febrero, un grupo de terroristas abrió fuego contra un puesto de control de la Guardia Nacional y mató a cuatro agentes.
Desde entonces, la policía y el Ejército tienen abierta una gran operación para capturar a los autores y controlar un territorio de unos cien kilómetros cuadrados de exclusión militar donde se concentran yihadistas provenientes de varios países del Sahel.
El mismo miércoles, el padre de uno de los presuntos terroristas abatidos explicó que desconocía el paradero de su hijo y que creía que había viajado a Irak y Siria para sumarse al combate del autodenominado Estado Islámico.