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TERCERA METRÓPOLIS DEL PAÍS

La violencia xenófoba paraliza el centro de la ciudad sudafricana de Durban

La policía dispersa con gas lacrimógeno a cientos de jóvenes locales dispuestos a asaltar a los comerciantes extranjeros, armados con machetes para defender sus negocios

Un extranjero alimenta a su bebé en una tienda donde han sido realojados en Isibingo, en el sur de Durban, este lunes.

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EL PERIÓDICO / DURBAN
León

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La ola de violencia xenófoba que ha causado la muerte de cuatro personas en los últimos días en la ciudad sudafricana de Durban se ha extendido este martes por el centro de la ciudad, donde la policía ha disparado pelotas de goma y ha cortado varias calles para separar a cientos de jóvenes locales de comerciantes extranjeros armados con machetes y preparados para defender sus tiendas.

Las calles de esta ciudad costera del este de Sudáfrica --la tercera más poblada del país--, en cuyo área metropolitana viven más de tres millones de personas, han vivido escenas de gran tensión. Los inmigrantes de países como Pakistán, Somalia o Nigeria --que regentan buena parte de las tiendas en la zona-- han levantado barricadas para evitar que sus establecimientos fueran saqueados, como lleva ocurriendo desde el mes pasado en zonas del extrarradio, informa Efe. Según han descrito medios locales, los agentes han utilizado pelotas de goma, gas lacrimógeno y cañones de agua.

Un adolescente sudafricano de 14 años murió este lunes por la noche de un disparo durante el asalto a una de esas tiendas, ha informado por teléfono el portavoz policial Jay Naicker. Otras cuatro personas han muerto en sucesos similares desde el 30 de marzo.

Los ciudadanos sudafricanos de Durban acusan a los inmigrantes --que dominan buena parte del comercio en las zonas de mayoría negra de Sudáfrica-- de robarles el trabajo y practicar la delincuencia.

DETENCIONES Y REALOJOS

El Gobierno ha anunciado la detención desde el fin de semana de 48 personas, mientras más de 2.000 inmigrantes han sido alojados en tiendas de campaña habilitadas por las autoridades tras haber sido expulsados de sus casas.

"Debe haber más detenciones, no son suficientes. La gente sigue (cometiendo ataques xenófobos) porque sabe que hay impunidad", ha declarado desde Durban Thandeka Duma, de la organización Abogados por los Derechos Humanos.

REPATRIACIONES

El ministro del Interior, Malusi Gigaba, ha asegurado que el Gobierno trabaja, junto a representantes de las embajadas de los inmigrantes afectados, en la repatriación de aquellas víctimas que deseen regresar a sus países. Malaui y Somalia ya han comenzado a enviar a casa a algunos de sus ciudadanos, según la prensa sudafricana.

"La gente piensa en irse donde sea, aunque volver a su país no es una opción en muchos casos", ha afirmado el líder de la comunidad etíope de Durban, Ephraim Meskele, sobre el sentimiento entre sus compatriotas atacados. Fuentes de la comunidad congoleña de Durban aseguran que la situación ha empeorado y han denunciado casos de intimidación xenófoba contra estudiantes extranjeros en un instituto de una de las zonas afectadas.

REY DE LOS ZULÚS

La violencia se intensificó a finales de marzo, después de que el rey de los zulús, etnia mayoritaria en la región, invitara a los inmigrantes de otros países africanos a irse de Sudáfrica. Gigaba ha informado hoy de más ataques xenófobos ocurridos en la ciudad de Rustenburg, en la provincia del noroeste.

Varias personas murieron en enero en la provincia de Gauteng --donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria-- en actos de pillaje y vandalismo contra tiendas de somalís, paquistanís o etíopes en antiguos guetos negros. La peor crisis de este tipo se vivió en el 2008, cuando más de 60 personas murieron allí en otra ola de violencia xenófoba.

La tasa de desempleo de Sudáfrica se sitúa oficialmente en torno al 25%, pero se cree que es muy superior.