Exteriores evacua a 128 españoles de Katmandú y aún busca a otros 103
Fuera de la capital quedan 370 que deberán trasladarse hasta ella para ser repatriados.
La operación para evacuar a los españoles atrapados en Nepal se ha saldado con un contundente éxito, al menos en una primera fase ya que en el país asiático aún permanecen en torno a 370 nacionales, de los que 103 aún no han podido ser contactados para comprobar si se encuentran a salvo. «Estoy encantado de como han salido las cosas pero lo estaré aún más cuando podamos localizar a todos los españoles y llevarlos a casa», declaró el ministro José Manuel García-Margallo a modo de reconocimiento de que a España aún le queda mucho trabajo por delante en Nepal.
Aunque con las evacuaciones de este martes ya no quedan españoles en Katmandú, sí los hay repartidos por otras zonas del país que en muchos casos se encuentran incomunicadas. La Embajada española de Nueva Delhi mantendrá un equipo de tres personas en la capital nepalí para que, a medida que más nacionales logren llegar hasta allí, ser tramite su repatriación.
A lo largo de la madrugada del martes fueron trasladados desde Katmandú a Nueva Delhi 128 españoles. A primera hora de la mañana aterrizó un vuelo comercial con doce nacionales a bordo. Antes ya lo habían hecho el Airbús A310 de la Fuerza Aérea Española con otras 79 personas y un primer vuelo comercial con 37 más. Todos los españoles fueron alojados en hoteles donde la Embajada les proporcionó manutención. Un primer grupo de 44 personas partió a última hora de la tarde española en el avión en el que ministro regresó de su visita oficial a India. El resto de rescatados lo hará mañana en un vuelo fletado por Exteriores con 200 plazas que se completarán con ciudadanos de la Unión Europea y de América Latina.
A un lugar seguro
Según confirmó Margallo, los rescatados se encontraban en «condiciones francamente malas», con escasa comida y agua, por lo que «era urgente llevarlos a un lugar seguro». Las declaraciones del ministro coinciden con las que realizaron los supervivientes del terremoto a su llegada a India. Sus testimonios pintan un panorama dantesco en Katmandú, con cuerpos despedazados por las calles de una capital que ha quedado reducida a escombros. En el grupo que partió con el ministro, las caras de los 44 evacuados eran de cansacio, pero también de relajación opor sentirse a salvo. A bordo del Airbus viajaron dos bebés de apenas unos meses y otra pequeña de 4 años que voló abrazada a su peluche blanco. Aunque muchos de los pasajeros eran desconocidos, en el avión reinó una camadería fuera de lo común. En sus conversaciones, una imagen se repetía una y otra vez: la de la tierra abriéndos e a sus pies y torres precipitándose sobre sus cabezas.
Además de la evacuación, la buena noticia de la jornada fue que los servicios consulares lograron comunicarse vía satélite con cinco montañeros españoles que permanecían desaparecidos en el Annapurna y que se temía pudieran haber sido víctimas de una avalancha.