ELECCIONES EN EL REINO UNIDO
Los escoceses van a las urnas sabiendo que tendrán la llave de la gobernabilidad en Londres
El SNP se dispone a dar un vuelto histórico en Escocia y sacudir toda la política británica
La ministra principal de Escocia y líder del Partido Nacional Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, ha aparecido sonriente y confiada en la mañana de este jueves cuando, acompañada de su marido, ha depositado su voto en un colegio electoral de Glasgow. No ha pronunciado ni una palabra, pero ya lo tiene todo dicho: "Si trabajamos juntos, podemos apartar a los tories (el Partido Conservador británico). Trabajaremos con otras fuerzas de todo el Reino Unido; este es mi compromiso", aseguró el miércoles, último día de campaña, en un acto electoral en Edimburgo.
Los nacionalistas escoceses se disponen a dar un vuelco histórico a la política en Escocia y, de paso, sacudir la de todo el Reino Unido. Si las encuestas no se han equivocado, el SNP logrará la gran mayoría de los 59 escaños que Escocia aporta al Parlamento de Westminster en Londres y pondrá fin a la hasta ahora inexpugnable hegemonía del Partido Laborista en tierras escocesas. Los laboristas obtuvieron en las últimas elecciones, en el 2010, 41 escaños en Escocia, y el SNP solo seis. Pero ahora, mientras nadie duda de que el SNP arrasará en las urnas, los laboristas se han visto obligados a luchar con uñas y dientes en todas y cada una de las circunscripciones que eran sus feudos.
59 DE 650 ESCAÑOS
La pérdida del voto escocés puede privar, pues, a los laboristas de ganar la mayoría que les permitiría formar Gobierno en Londres, al tiempo que el SNP puede tener la llave de la gobernabilidad dado que todos los sondeos auguran un empate entre los conservadores y los laboristas en el conjunto del Reino Unido. "Escocia tiene la oportunidad de tener más poder e influencia en Westminster del que ha tenido jamás", afirmó Sturgeon en el último acto de campaña. "La voz del pueblo de Escocia ya no podrá ser ignorada en Westminster", añadió.
Aunque Escocia solo aporta 59 de los 650 escaños del Parlamento británico se espera que los escoceses serán decisivos en las elecciones más apretadas que el Reino Unido ha tenido durante décadas.