Grecia pide al FMI aunar sus cuatro pagos de junio para el día 30
Todo fueron buenas palabras. Que si útil, que si constructiva, que si cordial... Pero más allá de las formalidades que exige el protocolo, en lo tangible, la reunión celebrada la noche del miércoles entre el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, el presidente del Eurogrupo, Jeron Dijsselbloem, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras, fue un fracaso. Y lo fue, sobre todo, porque ayer Grecia se vio obligada a notificar al FMI su intención de aunar los cuatro pagos que debe hacer en junio por valor de 1.544 millones.
De esta forma, si se acepta su solicitud, abonará esta cantidad el día 30 y no el 19, fecha del último pago, cuyo montante es de 339 millones. El primero, de 301, debía hacerse precisamente hoy; el siguiente, de 339, el día 12 y el próximo, el 16 (565). Sólo Zambia había formulado una petición similar en los setenta, lo que evidencia la gravedad de la situación tanto de tesorería como política del país heleno. Lo que se hace es ganar tiempo para cerrar con éxito la prórroga del segundo rescate, que finaliza precisamente el día 30. Porque sin dinero europeo, Grecia no sobrevivirá.
Eran muchas las esperanzas que ambas partes habían puesto en la cita para llegar a un acuerdo que desbloquease el pago de 7.200 millones vitales para Atenas. Pero ya avanzada la madrugada, ambas partes sólo fueron capaces de dar la enésima patada hacia adelante.