Un informe lapidario
Los peritos del caso Nisman refuerzan en un informe la hipótesis del suicidio
Para los especialistas sería "científicamente inadmisible" defender la idea de un asesinato del fiscal que había acusado a Kirchner
Cuando se están por cumplir los cinco meses de la muerte de Alberto Nisman los peritos oficiales convocados por la fiscal Viviana Fein elaboraron un informe lapidario. Los especialistas se tomaron casi 100 páginas para concluir que sería “científicamente inadmisible" sostener que hubo otra persona en el baño en el momento del disparo que terminó con la vida del fiscal que había acusado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de buscar la impunidad de los iraníes sospechados de atentar contra la mutual judía de Buenos Aires en 1994.
La palabra “suicidio” no está en el texto, pero de su lectura sale reforzada esa hipótesis. Los encargados de estudiar la escena del deceso de Nisman llegaron a conclusiones que refutan de manera contundente la denuncia de la parte querellante. Hablar de un supuesto asesinato o la inducción a dispararse en la sien sería contrario "a la misma naturaleza de la prueba".
De acuerdo con el diario La Nación, que accedió al informe, el resultado de la junta criminalística fue cinco a uno. Según los cuatro peritos de la Policía Federal y el designado por la defensa del hombre que le facilitó el arma al fiscal, Diego Lagomarsino, Nisman se disparó parado de frente al espejo. Empuñó el arma con la mano derecha y apoyó la izquierda encima.
La querella, que firmó el documento en disidencia, defiende no obstante la hipótesis de que Nisman estaba con una rodilla en el suelo al momento del disparo y habría habido alguien más junto a él.
Los expertos, en cambio, no tuvieron dudas. Sugerir la posibilidad de un asesinato, señalaron, obligaría a recorrer el camino del "falso rigor científico". Los mismos consideraron que es insostenible hablar de la existencia de otra persona “sin pisadas ni afectaciones sanguinolentas”. Cómo podría haber salido un victimario “sin dejar rastros hemáticos en puertas o picaportes” ni dejar marcas en “el cambio de posición del cuerpo”.
"Coincidimos en que no existen manchas de arrastre o transferencia que indiquen movimiento, circulación, manipulación o agarre de alguna persona en el interior del recinto. Y esto último cobra relevancia al considerar que la puerta habría estado cercana al marco o cerrada al momento del evento", remarcaron.
Para los expertos, Nisman, tras el disparo, cayó "hacia atrás con posibles escalas". Sobre la la "ubicación final de la pistola", debajo del hombro izquierdo, un elemento que desde las primeras pericias llamó la atención, los especialistas creen que "pudo haber caído directamente al piso por detrás del cuerpo" o haber impactado en alguna superficie.
La muerte de Nisman colocó al Gobierno argentino frente a una crisis institucional en el reciente verano. Dos meses más tarde, las acusaciones que el fiscal debía defender en el Parlamento el día que fue encontrado sin vida en su lujoso apartamento, fueron refutadas por la justicia en dos instancias por carecer de toda fundamentación. La figura de Nisman, quien llegó a ser llevado a la condición de héroe republicano, se fue desgajando con el correr de los meses: el conocimiento de rutinas más propias de un playboy que de un fiscal que investiga al terrorismo, así como el descubrimiento de una cuenta bancaria y propiedades a nombre de la madre contribuyeron al cambio de percepción de muchos argentinos.