Berlín da carpetazo a las escuchas del móvil de Merkel

El escándalo por las escuchas a uno de los teléfonos móviles de la canciller federal, Angela Merkel, no será resuelto. La Fiscalía federal alemana suspendió ayer por falta de pruebas la investigación sobre el espionaje sufrido por la jefa del Gobierno germano.

Aunque existen indicios indiscutibles de la operación para interferir las comunicaciones de Merkel, la falta de colaboración por parte de Estados Unidos para resolver la investigación hacen que esta no pueda concluirse con éxito.

Medios alemanes revelaron en octubre de 2013 que el móvil no encriptado que la canciller utilizaba como presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) había sido intervenido por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense. Merkel telefoneó inmediatamente al presidente norteamericano, Barack Obama, a quien comentó enojada que «entre amigos no se espía». Obama aseguró que algo así no volvería a suceder, mientras el entonces jefe de la NSA, Michael Hayden, declaró que no estaba dispuesto a disculparse por ese incidente, aunque sí por el hecho de que hubiese llegado a conocimiento de la opinión pública

El anuncio de la Fiscalía federal no es ninguna sorpresa. Su máximo responsable, Harald Range, se mostró ya el pasado diciembre muy escéptico sobre las posibilidades de éxito de su investigación.