POR CRÍMENES DE GUERRA
El presidente de Ruanda crítica con dureza a Occidente por detener a su jefe de inteligencia
Paul Kagame asegura que Europa tiene una "basura de justicia"
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, ha criticado este jueves con dureza a Occidente por su "basura de justicia" y reprochó al Reino Unido la detención del jefe de los Servicios de Inteligencia ruandeses, el general Karenzi Karake, el pasado sábado en el aeropuerto londinense de Heathrow.
En un discurso inflamatorio de casi una hora, Kagame ha asegurado que la detención de Karake es una prueba y que Ruanda debe decidir "qué tipo de país quiere ser", además de acusar al Gobierno británico de ignorar sus responsabilidades con Karake porque "es africano".
La detención de Karake "nos recuerda lo difícil que es el camino para decidir nuestro propio futuro. ¡Patearon a un oficial de servicio! A alguien que luchó con nosotros para hacer de este país lo que es ahora. No podemos aceptar de ninguna manera esta basura de justicia!", dijo Kagame en un tono muy enfadado.
DETENIDO A PETICIÓN DE ESPAÑA
Karake, de 54 años, fue detenido en el aeropuerto de Heathrow el sábado en cumplimiento de una orden de detención europea emitida por la Audiencia Nacional española, que en febrero de 2008 ordenó la detención de numerosos militares ruandeses por los delitos de genocidio y el asesinato de nueve españoles.
Kagame negó rotundamente cualquier implicación del jefe de la inteligencia ruandesa en dichos asesinatos y acusó a Occidente de querer desviar la atención: "¿Desde cuándo nos hemos convertido en los asesinos? ¿Quién ha matado más africanos que ellos?", dijo en relación a los países europeos que tuvieron colonias en África.
"CONSPIRACIÓN PARA ESCONDERSE"
Según las palabras del presidente de Ruanda, todo se trata de una conspiración para enmascarar la verdadera responsabilidad de los países europeos y la única base para la detención de Karake ha sido la "arrogancia" y el "desprecio".
El general Karake es uno de los 40 militares ruandeses -miembros de la etnia tutsi- para los que un juez español mantiene vigentes las órdenes de busca y captura por el asesinato de cuatro millones de ruandeses, entre ellos seis religiosos y tres cooperantes españoles de Médicos del Mundo, unas muertes que sucedieron entre 1994 y 2000 en los campos de refugiados donde trabajaban.