El terrorista francés se hizo un ‘selfi’ con la cabeza de su jefe
Yassin Salhi, el francés que el viernes intentó volar una fábrica de gas cerca de Lyon, se hizo un ‘selfi’ con la cabeza de su jefe, al que decapitó tras asesinarlo antes de cometer el atentado que ha disparado la alarma antiterrorista en el país. El macabro autorretrato ha sido descubierto en la memoria del teléfono portátil móvil al sospechoso, desde el que fue enviado por WhatsApp a un número de Canadá que se supone sirvió de repetidor a un destino desconocido. Los investigadores tratan de identificar al destinatario de la imagen y barajan la hipótesis de que el contacto final se encuentre en Siria. La aplicación de mensajería instantánea utilizada para el envío sirve para dialogar gratuitamente por todo el mundo.
La cabeza de la foto pertenece a Hervé Cornara, de 54 años, director comercial de la empresa ATC Transport en la que Salhi, de 35, trabajaba como repartidor desde marzo. Apareció colgada de una cadena a media altura de la verja trasera de la fábrica que el grupo estadounidense Air Products tiene en la localidad francesa de Saint-Quentin-Fallavier.
Con los ojos cerrados y la boca abierta, estaba flanqueada por dos banderas, una blanca y la otra negra, con inscripciones en árabe. En ellas se leía la profesión de fe del islam -«No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta»-, la fórmula habitual de las enseñas del Estado Islámico (EI).
El cuerpo decapitado de Cornara fue hallado junto a la furgoneta Peugeot Boxer de su empresa al volante de la cual Salhi entró en el recinto industrial, como acostumbraba en el marco de su trabajo. El utilitario quedó semidestruido por la explosión provocada al lanzarlo como un ariete contra las bombonas de gas almacenadas en un hangar.
El cadáver presenta marcas de estrangulación y de golpes, así como quemaduras causadas por la deflagración. Los investigadores creen que la víctima fue degollada ya muerta, en una zona de la fábrica no cubierta por las cámaras de vigilancia poco antes del atentado.
Salhi fue neutralizado minutos después por un bombero que lo sorprendió cuando abría bombonas de acetona en otro hangar para causar una nueva explosión.