el drama de la inmigración
Más de 100 refugiados son llevados a un centro de recepción temporal en Atenas
Después de que hayan pasado varias semanas viviendo en un campamento improvisado en un parque del centro de la ciudad.
Más de cien refugiados fueron trasladados hoy a un centro de recepción temporal construido en Atenas, después de que hayan pasado varias semanas viviendo en un campamento improvisado en un parque del centro de la ciudad, que carecía de todas las condiciones básicas de habitabilidad.
La policía helena informó de que al centro se trasladaron un total de 171 personas, mientras otras 30 eligieron quedarse en Pedion Tou Areos (Campo de Marte), el parque donde habían montado un campamento en el que no contaban con servicios básicos y dependían de las ONG y los vecinos para alimentarse y vestirse.
Este recinto llegó a contar con unos 290 refugiados que dormía en tiendas de campaña.
El nuevo centro ha sido construido con unidades prefabricadas que cuentan con equipos de aire acondicionado, donados por una empresa privada, y con los servicios básicos necesarios.
Este verano Grecia vive una crisis migratoria que es especialmente aguda en las islas del mar Egeo, donde diariamente llegan cientos de personas por su proximidad con la costa de Turquía.
La situación es especialmente alarmante en la isla de Kos, ya que las autoridades y los servicios locales están desbordados.
Allí se inició hoy el alojamiento temporal de más de 300 refugiados sirios en un buque fletado por el Gobierno, con capacidad para 2.500 personas.
Los datos presentados la semana pasada por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) recogen que en los primeros siete meses de 2015 han desembarcado en Grecia 124.000 refugiados e indocumentados, principalmente en las islas de Kos, Lesbos, Jíos, Samos y Leros.
Solo en julio pasado llegaron a Grecia 50.000 personas de Siria, Afganistán, Irak, Eritrea y otros países, más de los que entraron en todo el año pasado, y un incremento de 20.000 con respecto a junio.
Este aumento ha hecho que los desembarcos en el país se hayan incrementado un 750 por ciento entre el 1 de enero y el pasado 31 de julio, con respecto al mismo periodo del año pasado.