Los líderes de la Unión Europea pactan mejorar el control fronterizo

¿Qué ocurrió en Bruselas? Así lo describió un alto diplomático comunitario a un reducido grupo de corresponsales internacionales: «Más que una cumbre o una cena informal, yo diría que se trata de una sesión de terapia colectiva que todos aprovecharán para desahogarse después de lo vivido estas últimas semanas». Los jefes de Estado y de gobierno de la UE se reunieron en Bruselas para debatir largo y tendido del drama de los refugiados y por ende, de la imagen que la Unión, resquebrajada por el Este, están mostrando al mundo en su gestión humanitaria para atender a cientos de miles de personas que huyen de la guerra.

«Todos reconocemos que no hay soluciones fáciles y que sólo podemos gestionar este reto trabajando juntos, en un espíritu de solidaridad y responsabilidad», reza la declaración pactada. Sin embargo, hay demasiadas heridas por restañar. La última se abrió sólo 24 horas antes, también en Bruselas. «Pese a que se hizo todo lo inimaginable», los ministros de Interior de los 28 no lograron aprobar por unanimidad la propuesta de la Comisión Europa para redistribuir entre los Estados miembros 120.000 demandantes de asilo que ya se encuentran en suelo comunitario. Hungría, líder de los ‘rebeldes’, Eslovaquia, República Checa y Rumania votaron en contra, y Finlandia se abstuvo. Pese a su rechazo, deberán cumplir lo acordado.