El islamófobo Pegida exhibe fuerza en Dresde, en plena crisis de los refugiados
Miles de asilados quedan bloqueados bajo la lluvia en la frontera de Croacia con Serbia y Eslovenia.
El movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) exhibió ayer su poder de convocatoria en Dresde (este de Alemania), revitalizado por la crisis de los refugiados y desafiando a los miles de manifestantes que trataron de neutralizar su marcha.
La capital sajona se convirtió así en escenario de las dos caras de la Alemania actual -la que predica tolerancia y la que exige el cierre de las fronteras-, coincidiendo con el primer aniversario de las marchas de tinte xenófobo. Entre 15.000 y 20.000 seguidores de Pegida, según diversas estimaciones, tomaron la Theaterplatz, en el corazón monumental de la ciudad, con banderas alemanas y pancartas protestando contra la acogida de refugiados o caricaturizando a la canciller Angela Merkel a lo Teresa de Calcuta, imagen tomada de una reciente portada de Der Spiegel . En las plazas adyacentes, también en el centro monumental de Dresde, unos 14.000 ciudadanos, en su mayoría jóvenes, bailaban al son del ‘Clandestino’ de Manu Chau y trataban de silenciar con sus gritos las consignas de la concentración islamófoba.
Un millar de antidisturbios se emplearon en mantener separados a los dos bandos, entre amagos de cargas contra grupos de jóvenes -algunos encapuchados- que trataban de sortear el cordón de seguridad o los que se encaramaban a farolas y andamiajes de edificios en obras para saltar a la Theaterplatz.
Acusaciones
Miles de refugiados que se dirigen a Alemania por la ruta de los Balcanes quedaron ayer atrapados en las fronteras de Croacia con Serbia y Eslovenia, esperando bajo la lluvia y el frío a que les dejen pasar, mientras los distintos gobiernos se acusan mutuamente de la situación.
En la frontera croata-eslovena, cientos de personas, hasta 2.000 según algunas fuentes, esperan en medio del fango a entrar en Eslovenia, que ha impuesto un límite de 2.500 entradas al día y sólo deja pasar a refugiados conforme estos cruzan a Austria, la siguiente escala en la ruta.
Cerca de Sid, en la parte serbia de la frontera con Croacia, más de 5.000 refugiados y emigrantes aguardan para entrar, informó el portal croata Telegram .